¿Cómo se diagnostica la proteinuria pediátrica (exceso de proteínas en la orina)?
Si usted o el pediatra de su hijo sospechan que éste padece proteinuria, una afección en la que las proteínas pasan de la sangre a la orina, el médico le recomendará un análisis de orina.
En el pasado, se requería una recogida de orina de 24 horas para diagnosticar la proteinuria. El paciente recogía la orina en un solo recipiente desde la primera visita al baño por la mañana hasta la primera visita del día siguiente. Esta prueba puede seguir utilizándose, pero la mayoría de las veces se puede realizar un sencillo análisis de orina en la consulta del médico para comprobar cuántas proteínas hay en la orina del niño. Un papel tratado químicamente que se sumerge en la muestra de orina cambiará de color si los niveles de proteínas son elevados.
Si su hijo no tiene síntomas y una muestra de orina recogida a primera hora de la mañana no indica la presencia de proteínas o sólo cantidades mínimas, el médico puede sugerir que su hijo se someta a una nueva prueba en un año. Si se descubren proteínas en la orina, deberá analizarse otra muestra de primera hora de la mañana y también examinarse al microscopio, y será necesario realizar más análisis de orina -el análisis físico, químico y microscópico de una muestra de orina-. Si los análisis de orina revelan un exceso de proteínas y los resultados del análisis de orina son anormales, es posible que su hijo necesite una evaluación adicional, ya que si la proteinuria persiste, puede significar que la función renal de su hijo está disminuyendo.
Para comprobar la salud general y renal de su hijo, el médico le preguntará por su historial médico completo, le realizará una exploración física y le tomará muestras de sangre para medir los niveles de creatinina y nitrógeno ureico -materiales de desecho que filtran los riñones en las personas sanas-. Un exceso de cantidades puede indicar una función renal deficiente.
En algunos casos, el médico puede recomendar una ecografía de los riñones para detectar daños estructurales o anomalías. Esta prueba proporciona al médico información sobre el tamaño y la forma del riñón y ayuda a detectar quistes, cálculos renales, obstrucciones, masas en el riñón y otros problemas. La prueba es indolora y no invasiva. Un tecnólogo mueve una sonda sobre el riñón desde fuera del cuerpo, lo que crea ondas sonoras que rebotan en el riñón, formando una imagen en una pantalla de vídeo.
En raras ocasiones, su hijo puede necesitar una biopsia de riñón. Es posible que el médico quiera observar un trozo de tejido renal bajo el microscopio para tratar de determinar con precisión la enfermedad renal. Para la biopsia, que requiere una noche de hospitalización, su hijo recibirá un ligero sedante y anestesia local. El médico dirigirá una aguja de biopsia hacia el riñón guiado por las imágenes de una ecografía o una tomografía computarizada (TC), una prueba que utiliza múltiples imágenes de rayos X para proporcionar una imagen detallada de las estructuras corporales. El tejido renal se examinará para diagnosticar la enfermedad renal que está causando la presencia de proteínas en la orina.