Además, el cambio constitucional impulsó el estatus de Xi hasta igualar los de los exaltados ex jefes del Partido Comunista Mao Tse-tung y Deng Xiaoping. Se creía que, como uno de los líderes más fuertes del país en décadas, Xi poseía la capacidad de mantenerse en el poder todo el tiempo que deseara.
A finales de febrero de 2018, el Comité Central del Partido Comunista propuso eliminar los límites de los mandatos para el presidente y el vicepresidente de China, sentando potencialmente la mesa para que Xi gobernara indefinidamente. La Asamblea Popular Nacional votó formalmente para hacer el cambio constitucional al mes siguiente, poco antes de que Xi fuera confirmado para un segundo mandato de cinco años.
En un discurso para cerrar la sesión legislativa de 16 días, Xi habló de forjar la unificación con Taiwán, promover un desarrollo de «alta calidad» que valore la innovación y expandir su emblemática iniciativa de política exterior Cinturón y Ruta. «La nueva era pertenece a todos, y todos son testigos, pioneros y constructores de la nueva era», dijo. «Mientras estemos unidos y luchemos juntos, no habrá poder que impida al pueblo chino realizar sus sueños.»
Coronavirus
Xi se enfrentó a un nuevo reto en los últimos días de 2019 con el brote de una enfermedad similar a la neumonía en la ciudad de Wuhan. Las autoridades chinas intentaron cerrar Wuhan el 23 de enero de 2020, pero el nuevo coronavirus ya había escapado de las fronteras del país; para el 10 de febrero, se informó que más de 900 personas habían muerto por el virus sólo en China, superando el total de la epidemia de SARS de 2002-3.
Xi y el Partido Comunista atrajeron críticas por su respuesta inicial a la crisis -incluyendo un supuesto intento de silenciar al médico que primero dio la alarma sobre la enfermedad- y por la represión de los viajes y las libertades personales que siguió. Sin embargo, los esfuerzos del gobierno parecen estar dando sus frutos, ya que la tasa de nuevos contagios finalmente se redujo en marzo, lo que llevó al presidente a realizar su primera visita a Wuhan desde el inicio del brote.
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