El contenido de alcohol en sangre, más comúnmente conocido como BAC, es la medida de la cantidad de alcohol presente en la sangre de una persona, basada en el volumen de alcohol consumido durante un período de tiempo determinado. Al igual que en la mayoría de las leyes de DWI de todo el mundo, la tasa de alcoholemia se reconoce como una herramienta estándar para determinar el límite legal para conducir en estado de embriaguez.

Lo que muchos desconocen es que hay numerosas variables que afectan a la tasa de alcoholemia de una persona y no simplemente la cantidad de alcohol en su cuerpo.

El género es uno de los factores que pueden afectar a la tasa de alcoholemia de un individuo, ya que el alcohol no afecta por igual a hombres y mujeres. Según las investigaciones, el efecto del alcohol en las mujeres es más fuerte y duradero. Esto se debe a que las mujeres producen menos alcohol deshidrogenasa, una enzima producida en el hígado que descompone el alcohol en el estómago. Además, el alcohol es muy soluble en agua. Dado que las mujeres suelen tener un menor contenido de agua en comparación con los hombres, es posible que alcancen una tasa de alcoholemia más alta, incluso si consumen la misma cantidad de alcohol a una velocidad similar a la de los hombres.

Peso/Talla corporal

El peso o la talla corporal es otro factor. Si tiene más peso, suele tener más sangre o más fluidos corporales que se mezclan con el alcohol, por lo que es probable que tenga una tasa de alcoholemia más baja en comparación con los demás.

Por supuesto, su tasa de alcoholemia también depende de la bebida o bebidas consumidas. Su tasa de alcoholemia será mayor si consume más cantidad de una bebida con mayor contenido de alcohol. Una lata o botella de cerveza de 12 onzas, por ejemplo, tiene la misma cantidad de alcohol que una copa de vino de 5 onzas o 1,5 onzas de licor fuerte. Cuanto más alcohol consuma, más alcohol acabará en su torrente sanguíneo.

Tasa de consumo

La tasa de consumo de alcohol también influirá en su tasa de alcoholemia. Cuanto más rápido se consuma el alcohol, más rápido aumentará la tasa de alcoholemia. Por lo tanto, al beber, la gente tiene que ser consciente no sólo del número de bebidas que ha tomado, sino también del periodo de tiempo.

Los alimentos que ingiere

La comida que ingiere también puede afectar a su tasa de alcoholemia. Su tasa de alcoholemia puede ser mayor si ha bebido alcohol con el estómago vacío en comparación con alguien que ha comido antes de beber. Aunque los alimentos en el estómago no absorberán el alcohol que usted beba, es posible que reduzcan la velocidad de absorción del alcohol. Por supuesto, todo el alcohol consumido acabará entrando en la sangre.

Medicamentos

Muchos medicamentos pueden reaccionar negativamente con el alcohol, incluyendo las pastillas para la alergia, los medicamentos para el resfriado y los fármacos recetados. Los medicamentos pueden intensificar los efectos del alcohol, e incluso poner en peligro la salud de la persona. El alcohol es un depresor, y si tomas cualquier otro medicamento depresor, los efectos del alcohol pueden multiplicarse por diez. Aunque su tasa de alcoholemia será la misma, los efectos serán mucho más fuertes.

Recuerde que los efectos de cualquier cantidad de alcohol consumida dependen de mucho más que del alcohol. Con tantos factores que pueden influir en la tasa de alcoholemia, es importante no confiar en el recuento de bebidas o en el uso de calculadoras para determinar si es seguro o no ponerse al volante.

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