Las sales de aluminio se utilizan como agente antitranspirante activo en los cosméticos para las axilas, pero los efectos de su uso generalizado, prolongado y creciente siguen siendo desconocidos, especialmente en relación con la mama, que es una zona de aplicación local. Los estudios clínicos que muestran una incidencia desproporcionadamente alta de cáncer de mama en el cuadrante superior externo de la mama, junto con los informes de inestabilidad genómica en los cuadrantes externos de la mama, proporcionan pruebas que apoyan el papel de las sustancias químicas cosméticas aplicadas localmente en el desarrollo del cáncer de mama. Se sabe que el aluminio tiene un perfil genotóxico, capaz de causar tanto alteraciones del ADN como efectos epigenéticos, lo que sería coherente con un papel potencial en el cáncer de mama si tales efectos se produjeran en las células mamarias. El estrógeno es una influencia bien establecida en el cáncer de mama y su acción, dependiente de receptores intracelulares que funcionan como factores de transcripción de dedos de zinc activados por ligando, sugiere un posible punto de interferencia del aluminio. Los resultados presentados aquí demuestran que el aluminio en forma de cloruro de aluminio o de clorhidrato de aluminio puede interferir con la función de los receptores de estrógeno de las células humanas de cáncer de mama MCF7, tanto en lo que respecta a la unión del ligando como a la expresión del gen informador regulado por el estrógeno. Esto añade el aluminio a la creciente lista de metales capaces de interferir con la acción de los estrógenos y que se denominan metaloestrógenos. Ahora se necesitan más estudios para identificar la base molecular de esta acción, los efectos a largo plazo de la exposición al aluminio y si éste puede causar aberraciones en otras vías de señalización en las células mamarias. Dada la amplia exposición de la población humana a los antitranspirantes, será importante establecer la absorción dérmica en el área local de la mama y si la absorción de bajo nivel a largo plazo podría desempeñar un papel en la creciente incidencia del cáncer de mama.