Las células madre se han propuesto como una poderosa herramienta en el tratamiento de varias enfermedades humanas, tanto por su capacidad de representar una fuente de nuevas células para reemplazar las perdidas debido a lesiones de tejidos o enfermedades degenerativas, como por la capacidad de producir moléculas tróficas capaces de minimizar el daño y promover la recuperación en el tejido lesionado. Se ha comprobado la capacidad de distintos tipos de células, como las embrionarias, fetales o adultas, los tejidos fetales humanos y las líneas celulares modificadas genéticamente, para reemplazar las células dañadas y restaurar la función del tejido tras el trasplante. Las células madre derivadas del líquido amniótico (AFS) se consideran un recurso novedoso para la terapia de trasplante celular, debido a su alta capacidad de renovación, la expresión «in vitro» de marcadores de linaje celular embrionario y la capacidad de diferenciarse en tejidos derivados de las tres capas embrionarias. Además, las AFS no producen teratomas cuando se trasplantan a animales y se caracterizan por una baja antigenicidad, lo que podría representar una ventaja para el trasplante celular o la terapia de reemplazo celular. La presente revisión se centra en las características biológicas de las AFS, y en su potencial uso en el tratamiento de condiciones patológicas como la lesión cerebral isquémica y los daños óseos.

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