Esa lámpara rota descubierta en el desván o en una venta de garaje del vecindario puede no estar lista para el desguace. Con un poco de paciencia y unas cuantas horas, es posible convertir una lámpara que no funciona en un objeto de belleza útil y funcional de nuevo.
Aunque las lámparas pueden variar en tamaño y forma, los componentes eléctricos y la forma en que se cablean son fundamentalmente los mismos. Los componentes consisten en un enchufe, una clavija, un cable y un interruptor. Una lámpara que no funciona suele padecer una -o varias- dolencias del cableado eléctrico que afectan a estos componentes. Sin embargo, los problemas en estas áreas tienen remedios relativamente fáciles.
Sustitución del cable y el enchufe
- Desconecte la lámpara y retire la bombilla.
- Corte el cable viejo un par de centímetros por debajo de la parte inferior de la lámpara. Con cinta aislante, fije el cable nuevo al viejo.
- Afloje el juego de tornillos situado debajo de la tapa del casquillo y desenrosque la tapa de la boquilla de la lámpara.
- Tire del cable nuevo hacia arriba a través del vástago de la lámpara. Deseche el cable y el casquillo antiguos.
- Deslice una nueva tapa de casquillo sobre el nuevo cable, enrosque la tapa en la boquilla y apriete el juego de tornillos.
- Separe el cable aislado y segmentado de 2 hilos a lo largo de 6 – 8 pulgadas y ate los hilos en un nudo Underwriters.
- Tire de 1/2 pulgada de aislamiento de cada hilo. Retuerza los hilos y fije los cables a los tornillos del enchufe: envuelva el cable neutro (cubierto con aislamiento estriado) en el sentido de las agujas del reloj alrededor del tornillo plateado, y luego envuelva el cable de cobre «caliente» (cubierto con aislamiento liso) alrededor del tornillo de latón.
- Tire del nudo hacia abajo en el capuchón y encaje el casquillo.
- Deslice el manguito aislante en su lugar, luego deslice la carcasa exterior y colóquela firmemente en el capuchón.
- Su lámpara está ahora reparada. Vuelva a colocar la bombilla, el arpa y la pantalla y enchúfela.