La última estrella de Hollywood, Mary Tyler Moore, era conocida por ser una querida actriz, autora y filántropa, pero su mayor papel fue el de madre de su único hijo, Richie Meeker. No mucha gente sabe que Richie murió trágicamente a la edad de 24 años a principios de la década de 1980 y que su muerte dejó un gran vacío en el resto de la prolífica vida de Mary.
El 14 de octubre de 1980, el hijo de Mary falleció tristemente a causa de una herida de bala en la cabeza autoinfligida sin querer. Al parecer, Richie estaba manipulando una pequeña escopeta del calibre 410 cuando el arma se disparó accidentalmente. El joven era un coleccionista de armas y estaba asistiendo a la universidad en ese momento. El padre de Richie era el primer marido de Mary, Richard Carleton Meeker, con quien la actriz se casó a los 18 años en 1955. A las seis semanas de su boda, Mary se quedó embarazada y el hijo de la pareja, Richard «Richie» Carleton Meeker Jr, nació el 3 de julio de 1956.
Mary y su hijo, Richie, en 1968. (Crédito de la foto: Getty Images)
En las memorias de Mary de 1995, After All (Después de todo), la ganadora del premio Emmy recordaba la desgarradora llamada telefónica que recibió en otoño de 1980 de su entonces segundo marido, Grant Tinker, sobre la muerte de Richie. «El teléfono me despertó. Era Grant. ‘Si estás de pie, deberías sentarte… Es Richie. Está muerto'», escribió la actriz.
La compañera de universidad de Richie en la Universidad del Sur de California, Judy Vasquez, también habló en su día del desgarrador incidente en una entrevista con The Washington Post. «Estaba cargando y descargando la pistola de cañón corto cuando se disparó», dijo. «Fue horrible. Debió apretar el gatillo. Hubo un gran estallido y cayó sobre la cama».
Tras su fallecimiento, Mary esparció las cenizas de su hijo en el río Owens de California. «El agua era clara y alta cuando me arrodillé sobre ella. Abrí el recipiente y lo vacié en el agua corriente. Lo que pretendía ser una oración se convirtió en una demanda indignada. ‘Cuida de él’, grité al cielo», escribió en After All.
En sus memorias, Mary se sinceró además sobre el tiempo que estuvo alejada de su único hijo debido a su apretada agenda laboral. «Le exigí mucho a Richie. Fui responsable de mucho distanciamiento. No hay duda de ello. Cuando Richie tenía cinco años, ya le había defraudado. Cuando más me necesitaba, estaba más ocupada y aún más preocupada por mí misma que cuando era un bebé impresionable», escribió. Mary falleció tristemente a los 80 años en enero de 2017 a causa de una neumonía.