El mes pasado, escribí en el blog sobre la parte superior del zapato (ver www.podiatrytoday.com/blogged/assessing-and-understanding-the-impact-of…). Este mes, completaré la discusión examinando la mitad inferior del zapato.
Plantilla. La plantilla es la base del zapato. En las zapatillas de correr, es la parte de la zapatilla sobre la que descansa el forro del calcetín y se conoce comúnmente como la horma. Cuanto más blanda sea la plantilla, menos estabilidad torsional tendrá la zapatilla. Cuanto más firme sea la plantilla, más estructura y estabilidad tendrá el zapato.
Suela intermedia y suela exterior. La entresuela está diseñada para proporcionar amortiguación y absorción de impactos. La suela exterior es la parte del zapato que toca el suelo y se conoce comúnmente como suela.
Las zapatillas para correr tienen una entresuela gruesa. Por el contrario, las zapatillas de carrera, que están diseñadas para ser ligeras, tienen una entresuela fina. Las entresuelas suelen estar hechas de acetato de vinilo etílico (EVA), que es el mismo material que se utiliza a menudo para las fundas ortopédicas, pero más firme. En general, la entresuela de EVA gris es firme y la blanca es blanda.
Cuanto más firme sea la entresuela, más rígida y pesada será la zapatilla. Las entresuelas blandas, por otro lado, mejoran la absorción de impactos pero se desgastan más rápidamente. Las entresuelas firmes suelen ser favorables para la fascitis plantar, la tendinitis del tendón de Aquiles, la tendinitis del tibial posterior, el hallux limitus/rigidus y la mayoría de las afecciones relacionadas con la pronación excesiva. Las entresuelas blandas pueden ser útiles para los dolores de espinilla debidos al varo tibial y la metatarsalgia.