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  • Patronato: –
  • Día de la Fiesta: 7 de junio

La Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús es una de las devociones más practicadas y conocidas de la Iglesia Católica Romana. Toma el corazón físico de Jesús como representación de su amor divino por la humanidad. La fiesta del Sagrado Corazón figura en el calendario litúrgico católico romano desde 1856, y se celebra siempre 19 días después del domingo de Pentecostés. La fiesta del Sagrado Corazón siempre cae en viernes. La devoción subraya especialmente el amor incondicional, la compasión y el sufrimiento del corazón de Cristo hacia la humanidad.

El origen de la devoción al Sagrado Corazón en su forma moderna, deriva de una santa católica francesa, Santa Margarita María Alacoque, cuya fiesta es el 16 de octubre. Ella aprendió la devoción de Jesús durante una experiencia mística. Sus revelaciones fueron numerosas. El 27 de diciembre de 1673, Margarita María relató que Jesús le permitió apoyar su cabeza en su corazón, y luego le reveló las maravillas de su amor, diciéndole que deseaba darlas a conocer a toda la humanidad y difundir los tesoros de su bondad, y que la había elegido para esta obra. En julio de 1674, Jesús pidió que se le honrara bajo la figura de su corazón, diciendo también que cuando se presentaba radiante de amor, pedía una devoción de amor expiatorio, la recepción frecuente de la Sagrada Comunión, especialmente la Sagrada Comunión del primer viernes del mes, y la observancia de las Horas Santas.

En la tradición católica romana, la devoción al Sacratísimo Corazón de Jesús ha estado estrechamente asociada a los actos de reparación a Jesucristo. En su Encíclica, «Miserentissimus Redemptor», el Papa Pío XI afirmó: «El espíritu de expiación o reparación ha tenido siempre el primer y principal lugar en el culto dado al Sacratísimo Corazón de Jesús». La «Oración de la Flecha de Oro» se refiere directamente al Sagrado Corazón.

LA ORACIÓN DE LA FLECHA DE ORO

QUE EL SANTÍSIMO, SACRATÍSIMO, ADORABLE, INCOMPRENSIBLE E INDECIBLE NOMBRE DE DIOS SEA SIEMPRE ALABADO, BENDECIDO, AMADO, ADORADO Y GLORIFICADO, EN EL CIELO, EN LA TIERRA Y BAJO LA TIERRA, POR TODAS LAS CRIATURAS DE DIOS, Y POR EL SAGRADO CORAZÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, EN EL SANTÍSIMO SACRAMENTO DEL ALTAR. AMÉN.

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