El trastorno del espectro autista (TEA) es un trastorno del desarrollo, lo que significa que los síntomas están presentes en las primeras etapas de la vida. Sin embargo, el TEA puede diagnosticarse a cualquier edad.
Aquí tienes otros datos que debes conocer:
1. Afecta a cada persona de forma diferente. El autismo también se conoce como un trastorno del espectro. Eso es porque no todas las personas que tienen autismo tienen exactamente los mismos síntomas con la misma gravedad. Sin embargo, hay algunas áreas de síntomas centrales que tienen las personas con TEA. Entre ellos se encuentran los problemas de comunicación social, como evitar el contacto visual; la dificultad en el ida y vuelta de la conversación; o los problemas para entender los puntos de vista de otras personas. Otros síntomas incluyen la repetición de ciertos comportamientos o tener comportamientos inusuales o restringidos.
2. Los síntomas pueden cambiar con el tiempo. Algunos síntomas pueden cambiar y ser más o menos graves a medida que las personas con TEA envejecen. Los síntomas también pueden cambiar con la intervención conductual o la medicación.
3. El TEA no es específico de una raza o etnia. El autismo se da en personas de todos los orígenes étnicos, raciales y económicos. Las personas que tienen padres mayores, un hermano con TEA o una condición genética como el síndrome de Down tienen más probabilidades de ser diagnosticadas de autismo. Además, los niños tienen cuatro veces más probabilidades que las niñas de ser diagnosticados con TEA.
4. Todavía hay mucho que aprender. Aunque los científicos no conocen las causas exactas de los TEA, las investigaciones sugieren que los genes pueden actuar junto con los factores ambientales para afectar al desarrollo de forma que puede conducir a los TEA. Por ello, los investigadores financiados por los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) están trabajando para comprender mejor la condición y diagnosticarla de forma temprana.
5. El TEA no es una debilidad. Aunque las personas con autismo experimentan desafíos, también pueden tener grandes fortalezas. Entre ellos se encuentran el buen rendimiento en matemáticas, artes y ciencias; recordar detalles específicos durante largos períodos de tiempo; y ser grandes aprendices.
6. Es un viaje de por vida. Aunque las personas suelen ser diagnosticadas con TEA cuando son niños, se ven afectadas durante toda su vida. Por ello, los NIH también financian la investigación para entender cómo apoyar mejor a las personas con TEA cuando se convierten en adultos; por ejemplo, ayudándoles a entrar en el mercado laboral y a vivir de forma independiente.