Shirley Temple fue fácilmente la estrella infantil más popular y famosa de todos los tiempos. Empezó a trabajar en el cine a los tres años y pronto ascendió al superestrellato. Shirley podía hacerlo todo: actuar, cantar y bailar, ¡y todo ello a la edad de cinco años! Los fans la adoraban porque era brillante, saltarina y alegre en sus películas, y acabaron comprando millones de dólares en productos que llevaban su imagen. Muñecas, discos fonográficos, tazas, sombreros, vestidos, lo que fuera, si tenía su imagen lo compraban. Shirley fue campeona de taquilla durante los años consecutivos 1935-36-37-38, superando a grandes estrellas adultas como Clark Gable, Bing Crosby, Robert Taylor, Gary Cooper y Joan Crawford. En 1939, su popularidad disminuyó. Aunque protagonizó algunas películas muy buenas, como Desde que te fuiste (1944) y El soltero y el Bobby-Soxer (1947), su carrera se acercaba al final. Más tarde, fue embajadora en Ghana y Checoslovaquia. En una ocasión se adivinó que tenía más de 50 rizos dorados en la cabeza.

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