Todos queremos ser más felices y vivir una vida más plena. La pregunta es: ¿cómo? Perseguimos el éxito, las relaciones, los pasatiempos, etc. pero ¿qué hacer cuando todavía se siente que falta algo?
La respuesta está en tus pensamientos.
Un creciente cuerpo de investigación ha encontrado que la práctica del pensamiento agradecido es la clave para ser más feliz, más saludable y tener mejores relaciones.
Aquí tienes cinco sencillos pasos para empezar a practicar la gratitud hoy mismo y aprender a vivir una buena vida todos los días.
Recuerda lo lejos que has llegado
Mientras que la mayoría de los consejos que oyes dicen que si quieres ser feliz tienes que olvidarte de las cosas negativas del pasado, investigadores de la Universidad de California, Davis, descubrieron lo contrario. Cuando te tomas tiempo para recordar los retos que has superado, puede aumentar tus sentimientos de gratitud en el presente. La clave es centrarse en estar agradecido por el progreso que has hecho en lugar de resentir las formas en que los tiempos difíciles te han frenado.
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Comienza un Diario de Gratitud
Me encanta El Diario de Cinco Minutos porque te da preguntas que sólo te llevan 5 minutos al día para responder y darte cuenta de todas las cosas maravillosas de tu vida. Guárdalo junto a tu cama para usarlo a primera hora de la mañana o antes de irte a dormir. O llévelo al trabajo y rellénelo como un impulso de felicidad a mediodía.
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Ser agradecido es sexy
Un estudio realizado por la Universidad de Minnesota descubrió que las parejas que muestran con frecuencia gratitud el uno hacia el otro tienen una mayor satisfacción en sus relaciones porque crea un bucle de retroalimentación de confianza e intimidad.
Piensa en ello: ¿no te sentirías más querido si tu pareja te dijera regularmente por qué está agradecida de estar contigo? Además, cuanto más reflexiones sobre las increíbles cualidades que tiene tu pareja, más feliz serás de estar con ella.
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El efecto de compartir la Gran G
Reflexionar sobre todas las cosas que agradeces no tiene por qué ser una actividad solitaria.
Los estudios han demostrado que compartir tus experiencias positivas con los demás fortalece tu relación con ellos. Esto se debe a que las emociones son contagiosas, por lo que cuando eres feliz hace que otras personas se sientan bien también y esos sentimientos entonces crean una sensación de unión que te ayuda a conectar en un nivel más profundo.
Invita a tus amigos a unirse a ti en la práctica de la gratitud compartiendo lo que estás agradecido con los demás.
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Tenga un tótem de gratitud
La parte más difícil de practicar la gratitud es recordar hacerlo. Por eso uso una herramienta útil llamada tótem de la gratitud. Es algo que desencadena un momento de gratitud. Puede ser una persona, un momento específico, un objeto, etc. y cada vez que lo ves te tomas un momento para reflexionar sobre todas las cosas por las que estás agradecido.
Por ejemplo, hay un semáforo en rojo absurdamente largo cerca de mi casa que de alguna manera siempre golpeo. Cada vez que me detengo en este semáforo -a veces incluso varias veces al día- me tomo ese tiempo para pensar en todas las cosas por las que estoy agradecida:
- Estoy muy agradecida por vivir en la ciudad más hermosa y asombrosa -Portland, Oregón.
- Estoy muy agradecida por despertarme sana.
- ¡Estoy muy agradecida por mi increíble marido, Scott!
¡Quiero saber por qué estás agradecida! Hazme saber @Vvanedwards. Las 10 primeras personas que tuiteen y me sigan recibirán un ejemplar gratuito de El diario de los cinco minutos.
Este post está inspirado en Cómo vivir una buena vida: Historias con alma, ciencia sorprendente y sabiduría práctica, de mi amigo y colega Jonathan Fields.
Un poco más sobre el libro: «En serio… ¿otro libro que te dice cómo vivir una buena vida? ¿No tenemos suficientes de esos? Se podría pensar que sí. Sin embargo, hay más gente que nunca que camina por la vida desconectada, desconectada, insatisfecha, sumida en el arrepentimiento, en el deterioro de la salud y en un estado casi maníaco de ocupación en piloto automático. Lo que hay ahí fuera no llega. No sabemos en quién confiar. No sabemos qué es real y qué es fantasía. No sabemos cómo ni por dónde empezar y no queremos pasar por otro minuto de consejos que nos dan esperanzas, pero que luego nos quitan el tiempo y nos dejan vacíos. Cómo vivir una buena vida es su antídoto; un manual moderno, práctico y provocador para la búsqueda de una vida bien vivida. No es necesario tener una fe ciega ni renunciar a la inteligencia; todo lo que descubrirá es inmediatamente procesable y está sujeto a la validación a través de su propia experiencia.»