Cracking, en el refinado del petróleo, proceso por el que las moléculas pesadas de los hidrocarburos se rompen en moléculas más ligeras por medio del calor y, normalmente, de la presión y, a veces, de catalizadores. El craqueo es el proceso más importante para la producción comercial de gasolina y gasóleo.
El craqueo del petróleo produce aceites ligeros (correspondientes a la gasolina), aceites de gama media utilizados en el combustible diésel, aceites pesados residuales, un producto sólido carbonoso conocido como coque, y gases como el metano, el etano, el etileno, el propano, el propileno y el butileno. Dependiendo del producto final, los petróleos pueden ir directamente a la mezcla de combustibles, o pueden pasar por otras reacciones de craqueo u otros procesos de refinado hasta producir petróleos del peso deseado. Los gases pueden utilizarse en el sistema de combustible de la refinería, pero también son materias primas importantes para las plantas petroquímicas, donde se convierten en un gran número de productos finales, que van desde el caucho y el plástico sintéticos hasta los productos químicos agrícolas.
El primer proceso de craqueo térmico para descomponer grandes hidrocarburos no volátiles en gasolina comenzó a utilizarse en 1913; fue inventado por William Merriam Burton, un químico que trabajaba para la Standard Oil Company (Indiana), que posteriormente se convirtió en la Amoco Corporation. En la década de 1920 se introdujeron diversas mejoras en el craqueo térmico. También en los años 20, el químico francés Eugène Houdry mejoró el proceso de craqueo con catalizadores para obtener un producto de mayor octanaje. Su proceso fue introducido en 1936 por la Socony-Vacuum Oil Company (posteriormente Mobil Oil Corporation) y en 1937 por la Sun Oil Company (posteriormente Sunoco, Inc.). El craqueo catalítico se mejoró en la década de 1940 con el uso de lechos fluidizados o móviles de catalizador en polvo. En los años 50, con el aumento de la demanda de combustible para automóviles y aviones, se aplicó el hidrocraqueo al refinado del petróleo. Este proceso emplea gas hidrógeno para mejorar la relación hidrógeno-carbono en las moléculas craqueadas y obtener una gama más amplia de productos finales, como gasolina, queroseno (utilizado en el combustible para aviones) y gasóleo. El hidrocraqueo moderno a baja temperatura fue puesto en producción comercial en 1963 por la Standard Oil Company de California (posteriormente la Chevron Corporation).