Randy’s Donuts es un icono indiscutible de la década de los 50 en Los Ángeles por razones obvias: es un típico restaurante de mediados de siglo con un donut gigante en su techo.
No es sólo un donut gigante, sino que en Sandy’s se encuentra EL donut gigante, el más famoso de Estados Unidos y quizá del mundo.
Ha aparecido en innumerables programas de televisión, vídeos musicales y películas.
La tienda de donuts fue supuestamente diseñada por Henry J. Goodwin como el segundo de los diez locales de la ya desaparecida cadena de autocines Big Donut de Russell C. Wendell y se completó en 1953. El edificio en sí es un puesto de comida de mediados de siglo moderno poco llamativo, aunque admirablemente intacto, y puede que no cuente técnicamente como arquitectura programática (en la que un edificio se parece al artículo que promociona). Pero el donut de su tejado es tan grande, tan intransigente, tan exigente con nuestra atención, que miraremos hacia otro lado y consideraremos que Randy’s es un diseño programático.
Se dice que el ingeniero estructural Richard Bradshaw, que trabajó en el Theme Building del aeropuerto de Los Ángeles, diseñó este y otros donuts gigantes con barras de acero laminado cubiertas de gunita. El restaurante ha tenido varios propietarios desde Wendell, incluido el que le puso el nombre de Randy’s a mediados de la década de 1970, pero desde 1978 es propiedad de los entusiastas de los donuts Ron y Larry Weintraub.
Randy’s Donuts es uno de los lugares más emblemáticos de Los Ángeles y representa el optimismo y el capricho de la ciudad en la posguerra de una manera que pocos lugares pueden.