Conducir con neumáticos desgastados es un peligro para su seguridad, la de sus pasajeros y la de los demás en la carretera.
Aunque los neumáticos se clasifican como calvos cuando uno de sus surcos mide 2/32 de pulgada, la mayoría de los expertos coinciden en que 4/32 es la profundidad mínima de la banda de rodadura de los neumáticos que debe considerarse segura.
Consumer Reports ha estudiado diferentes profundidades de la banda de rodadura de los neumáticos y cómo se comportan en diferentes condiciones, como la lluvia y la nieve. Han afirmado que: «Basándonos en nuestras pruebas de neumáticos nuevos y con media profundidad de dibujo, es posible que quiera considerar la posibilidad de comprar unos nuevos en su coche o camión con una profundidad de dibujo más cercana a las 4/32 pulgadas».
La conclusión es que es extremadamente peligroso conducir con neumáticos desgastados, pelados y con poca profundidad de dibujo. Por ejemplo:
- Cuando las carreteras están mojadas, los neumáticos desgastados afectan a la capacidad de un coche para frenar rápida y eficazmente.
- Un coche es más propenso a hidroplanear con neumáticos de banda de rodadura baja.
- Los neumáticos desgastados y calvos no son capaces de ganar tracción en carreteras cubiertas de nieve y hielo.
- Los neumáticos con banda de rodadura baja son más susceptibles de sufrir pinchazos, lo que puede provocar reventones repentinos.
- Los neumáticos desgastados son más propensos a perder presión de aire, lo que afecta al ahorro de combustible, al frenado y a la dirección del coche. La baja presión también es una de las principales causas de los reventones de los neumáticos, y los reventones pueden llevar a la pérdida de control del vehículo.
La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras recomienda revisar los niveles de la banda de rodadura de los neumáticos mensualmente. Aprenda a inspeccionar rápidamente sus neumáticos.