Un mineral que se encuentra en las espinacas y otras verduras de hoja verde se está utilizando para tratar a las personas con tinnitus crónico, caracterizado por un inexplicable pitido o zumbido en los oídos.
Los investigadores creen que el mineral magnesio desempeña un papel clave en la protección de nuestro sistema auditivo y que los suplementos tomados diariamente reducirán el tinnitus.
Se cree que esta afección afecta de forma permanente a uno de cada diez adultos, y que una de cada tres personas la padece en algún momento de su vida.
El ensayo clínico con 40 pacientes, en la Clínica Mayo de Arizona (EE.UU.), comenzará este mes.
Los sujetos del ensayo se dividirán en dos grupos; uno de ellos tomará un comprimido de magnesio de 535 mg cada día, mientras que el otro grupo tomará un comprimido diario de placebo.
El ensayo es la continuación de estudios anteriores que relacionaban los niveles bajos de magnesio en el organismo con un mayor riesgo de pérdida de audición inducida por el ruido.
Los acúfenos suelen ir acompañados de cierta pérdida de audición y los investigadores creen que el mismo mal funcionamiento biológico del sistema auditivo de nuestro cuerpo puede ser la causa de ambas afecciones.
Los acúfenos se desencadenan por una serie de factores, como infecciones de oído, reacciones adversas a algunos medicamentos (como la aspirina), presión arterial alta o daños auditivos relacionados con la edad. La exposición prolongada a ruidos fuertes también puede desencadenarlos, y entre los afectados se encuentran los músicos Phil Collins y Eric Clapton.
El acúfeno puede afectar a uno o a ambos oídos y no tiene cura. Esta enfermedad está relacionada con problemas en las células ciliadas del oído interno. Estas células vibran en respuesta a las ondas sonoras y estas vibraciones se traducen en señales eléctricas que se envían al cerebro a través de los nervios.
Cuando estas células se debilitan o dañan -por ejemplo, debido a una infección o a una exposición excesiva a ruidos fuertes- envían un flujo constante de señales anormales a través de los nervios. El cerebro interpreta estas señales como sonidos de pitidos, zumbidos o timbres. Los daños en estas células ciliadas también provocan sordera.
El magnesio es necesario para ayudar a mantener el funcionamiento normal de los nervios en el cuerpo y entre las buenas fuentes se encuentran las verduras de hoja verde, el pan y los productos lácteos.
La ingesta diaria recomendada en el Reino Unido es de 300 mg. Las dosis más altas pueden provocar diarrea, calambres estomacales y causar complicaciones en pacientes con enfermedades renales. Por lo tanto, deben tomarse sólo bajo supervisión médica, dicen los científicos.
El equipo cree que la falta del mineral en las células ciliadas puede contribuir al tinnitus.
Una de las funciones del magnesio es impedir que el cuerpo libere demasiado calcio. El calcio provoca el estrechamiento de los pequeños vasos sanguíneos y se cree que la falta de flujo sanguíneo a las células capilares contribuye a la afección, ya que reduce su suministro de oxígeno y nutrientes. Otra teoría es que el magnesio bloquea el glutamato, una sustancia química del cerebro responsable del envío de señales entre las células nerviosas.
Aunque esta sustancia química es importante para transmitir mensajes por todo el cuerpo, su exceso puede dañar las células nerviosas, especialmente en el sistema auditivo del organismo. Estudios anteriores sugieren que la exposición a ruidos fuertes desencadena la sobreproducción de glutamato.
El Dr. Ralph Holme, jefe de investigación biomédica del Real Instituto Nacional de Personas Sordas (RNID), afirma: «La vida cotidiana puede ser a menudo frustrante y angustiosa para las personas que padecen tinnitus, y el RNID está deseando que se desarrollen tratamientos eficaces para curar o tratar esta enfermedad.
‘En este estudio sólo se está probando a un pequeño grupo de personas, por lo que será difícil para los investigadores demostrar si un suplemento de magnesio puede reducir significativamente los efectos del tinnitus. Sin embargo, la investigación puede animar a realizar futuros ensayos a mayor escala.’
En otro lugar, los investigadores están probando un nuevo tratamiento para la pérdida de audición en personas que escuchan música a gran volumen o trabajan en entornos ruidosos.
El ensayo, que se está llevando a cabo en EE, España y Suecia, contará con la participación de 60 jóvenes que utilizan reproductores MP3, 25 oficiales de armas que participan en un entrenamiento de combate en Suecia, 130 soldados de la OTAN y 120 trabajadores de fábricas.
La mitad del grupo recibirá un placebo, mientras que la otra mitad recibirá una píldora diaria que contiene los antioxidantes beta-caroteno y vitaminas C y E.
El equipo espera que estos antioxidantes ayuden a proteger las células auditivas del oído.
El grupo, que tiene una buena audición, tomará la píldora durante dos años y se someterá a pruebas a lo largo de este tiempo.
Los estudios con animales han descubierto que esta combinación de compuestos puede ser eficaz para proteger la pérdida de audición. Este es el primer ensayo para probar la teoría en humanos.