Por Regina Downing
¿Puede que clavarme agujas en la cara me haga parecer más joven?
Un lifting facial a través de la acupuntura parecía una idea extraña. Pero a los 48 años, me había familiarizado con los signos del envejecimiento: párpados caídos, papada flácida, líneas alrededor de la boca. El miedo a un «cuello de pollo» me motivaba.
He buscado otras opciones. Un estiramiento facial quirúrgico me parecía prematuro, y la idea de los hematomas, el dolor y un desembolso de más de 10.000 dólares me llevó a descartar esa opción. También consideré Thermage, un tratamiento de radiofrecuencia diseñado para tensar y tonificar. Pero su coste -entre 2.000 y 5.000 dólares- hizo que perdiera interés, al menos por ahora.
Una persona con la que hago negocios -una mujer con buen aspecto- me dijo que se había sometido a un «lifting facial con acupuntura», también llamado rejuvenecimiento facial con acupuntura. Aunque yo me sometía a la acupuntura para el dolor de cuello, nunca había oído hablar de esto.
Algunos pueden rehuir las agujas, pero las que utilizan los acupuntores no dan miedo. «Son agujas diminutas y flexibles, tan finas como el pelo», dice Lauren McNeal, propietaria de Chesapeake Acupuncture and Healing Arts, en Annapolis, el acupunturista que vi. John Howard, que ejerce en Germantown, está de acuerdo: «Si soplas sobre ellas, se doblan».
Me gustó que no hubiera cortes en mi cara, ni tiempo de inactividad, ni ninguno de los riesgos de un estiramiento facial quirúrgico. Con un coste medio de 2.550 dólares -entre 125 y 300 dólares por tratamiento-, el rejuvenecimiento facial con acupuntura parecía merecer la pena.
¿Deficiencia de Yin?
Lo que me llevó de nuevo al factor de la rareza. Pregunte a un acupunturista por un diagnóstico y escuchará términos como «calor del hígado» y «deficiencia de yin». La colocación de las agujas puede aumentar la confusión. Un tratamiento para el dolor de espalda requiere la inserción de tres agujas en las manos.
La acupuntura se basa en la creencia de que la energía vital del cuerpo, llamada qi (se pronuncia «chee»), circula a través de 20 canales o meridianos. Se cree que las ramas de estos meridianos están conectadas a los órganos. Se dice que un desequilibrio o interrupción del qi causa enfermedades. Mediante la inserción de agujas en los puntos en los que los meridianos salen a la superficie de la piel, los acupuntores tratan de restablecer el equilibrio y el flujo de energía a través del cuerpo.
Aunque la investigación científica sobre la acupuntura está en sus inicios, existe desde hace miles de años. Hasta hace poco, los chinos realizaban regularmente intervenciones quirúrgicas importantes utilizando la acupuntura como anestesia.
En una conferencia celebrada en 1997 en los Institutos Nacionales de la Salud, los médicos y profesionales reunidos coincidieron en que la acupuntura es eficaz para tratar las náuseas y el dolor postoperatorios e inducidos por la quimioterapia después de una operación dental. El grupo también llegó a la conclusión de que la acupuntura podría ser eficaz en la rehabilitación de accidentes cerebrovasculares y en el tratamiento de la adicción, los dolores de cabeza, los dolores menstruales, la fibromialgia, el dolor lumbar, el asma, el síndrome del túnel carpiano y el codo de tenista.
Desde que recibí mi primer tratamiento de acupuntura para el dolor de cuello, he leído mucho sobre el tema. Creo que es eficaz para algunas enfermedades. Conocí a un hombre con un dolor de espalda agobiante que probó la acupuntura en un intento de evitar una octava operación de espalda. Meses después, bailó en su boda. Mi madre, que sufre de migrañas, encontró un alivio permanente después de tres sesiones.
La acupuntura me ayudó con el dolor de cuello más de lo que lo habían hecho los masajes o la manipulación quiropráctica. Mi dolor de cuello ahora vuelve raramente. Cuando lo hace, es menos severo. Mi acupunturista me enseñó a tratar las recidivas aplicando acupresión en un punto de la oreja. Otro beneficio: mi presión arterial bajó.
La acupuntura de rejuvenecimiento facial era popular entre las esposas de los emperadores chinos. En los últimos diez años ha habido más interés en este país. «Ahora está de moda», dice Virginia Doran, una acupuntora neoyorquina que desarrolló el protocolo de rejuvenecimiento facial que utilizan muchos en Washington. En 2002, Doran impartió seis cursos sobre el procedimiento; en 2006, 24.
No todos los acupuntores lo aprueban. Algunos piensan que el tratamiento debe concentrarse en los problemas médicos. Doran no está de acuerdo. «La vanidad motiva a la gente», dice. «Es una buena forma de atraer a la gente a la medicina oriental. Así, la gente vuelve para cosas más importantes».
La doctora Yiping Hu, de la Clínica de Acupuntura y Hierbas Chinas de Washington y Bethesda, dice que no ofrece acupuntura facial como tratamiento independiente, pero que está encantada de trabajar un poco en los tratamientos para otras enfermedades. «La gente vuelve y dice: ‘Mis amigos me preguntan qué hice y me dicen que parezco más joven'», dice Hu.
«Es notable»
La mujer que me habló de los estiramientos faciales con acupuntura dijo que su marido notó la diferencia después de unas pocas citas.
«Es notable», dice Victoria Stewart, de Annapolis, que se sometió a un tratamiento completo hace tres años y continúa con un refuerzo mensual. «Toda mi cara se aclara». Dice que su piel está más clara y suave, y que las líneas de expresión han desaparecido. «Nadie puede creer mi edad», dice Stewart, que tiene más de cuarenta años.
Doran, que dice que la acupuntura puede quitarle al rostro «entre 5 y 20 años», recomienda 12 tratamientos iniciales realizados una o dos veces por semana. Después, algunos acupuntores recomiendan tratamientos de refuerzo cada mes, mientras que otros dicen que una vez cada seis meses es suficiente.
La mayoría de los acupuntores no realizan el tratamiento en personas con presión arterial alta, diabetes o migrañas. Y no todo el mundo puede tolerar la intensidad. Mientras que las sesiones de acupuntura para otras dolencias suelen durar entre 20 y 40 minutos e implican entre 10 y 30 agujas, mis tratamientos faciales duraron 90 minutos y, siguiendo el protocolo de Doran, hasta 60 agujas.
Mientras que los tratamientos para el cuello me resultaban tan relajantes que a menudo me quedaba dormida, no tuve la misma experiencia con la acupuntura facial. No es que las agujas duelan mucho. Pero la cara es más sensible. Las agujas faciales extensas tendían a tensarme hasta el punto de que se me acalambraba la espalda. Algunos acupuntores utilizan la anestesia tópica lidocaína para minimizar las molestias.
La explicación de cómo puede funcionar el rejuvenecimiento facial no está muy clara. «Se ha demostrado que la acupuntura aumenta la producción de colágeno y ayuda a su dispersión, por lo que ayuda a reafirmar la piel y a rellenar las arrugas», escribe Doran en su sitio web.
«La acupuntura promueve la circulación del qi y de la sangre», dice Hu. «El aumento de la circulación nutre la piel, lo que te mantiene con un aspecto más joven».
Doran dice que al aumentar la circulación, los tratamientos mejoran el cutis y cierran los poros. «A medida que el cuerpo envejece, todos sus sistemas disminuyen», dice. «La acupuntura actúa sobre todos los sistemas corporales, haciendo retroceder el reloj del envejecimiento desde dentro»
Algunos médicos no se lo creen. Sugieren que las agujas simplemente irritan la piel y causan hinchazón, y esta hinchazón temporal parece rellenar las arrugas.
¿Valió la pena?
Decidí probarlo. Vi resultados después del primer tratamiento.
Mis pliegues nasolabiales -los pliegues entre la nariz y los labios- parecían menos prominentes. Después de unos cuantos tratamientos, noté que mis ojos se habían levantado, mis mejillas se habían animado y la carne bajo mi cuello no parecía tan floja. Siento que tengo un rostro más fresco desde que terminé los 15 tratamientos, que duraron dos meses.
No es un cambio drástico, apenas se aprecia en la foto que acompaña a este artículo. He tenido la misma reacción de quienes me ven en persona: Una amiga dijo que le gustaban los resultados, mientras que otra dijo que no veía ninguna diferencia.
«Ciertamente es un cambio más sutil que el que se vería con el Botox o la cirugía», dice Stephanie Simmons, una acupuntora de Alexandria. «Pero creo que hay un cambio interno que la gente siente»➝
Creo que la acupuntura me quitó un par de años de encima. ¿Un par de años serían obvios para otra persona? Probablemente no. Yo lo veo.
Desde la acupuntura, también empecé a usar productos para la piel Obagi y retinol, con un coste de 350 dólares por un suministro de dos a tres meses. Tengo que admitir que he recibido más cumplidos sobre mi piel desde que empecé con Obagi que después de la acupuntura solamente.
¿Valió la pena la acupuntura? Esperaba más. Pero cuando me miro en el espejo, no me sorprende tanto el ritmo de envejecimiento que veo. En el camino hacia la ciudad de las arrugas, me siento como si hubiera salido del carril rápido. Después de cada tratamiento de refuerzo, obtengo un lifting inmediato. Y aunque no tengo pruebas, atribuyo a la acupuntura el haber levantado también mi estado de ánimo.
¿Es la acupuntura de rejuvenecimiento facial para usted? Eso depende de sus objetivos, su bolsillo y la cantidad de tiempo que tenga. Mis tratamientos, incluyendo tres refuerzos, costaron 1.350 dólares. Me llevó 25 horas, sin incluir el viaje. Thermage cuesta más pero lleva menos tiempo.
En cualquier caso, me sentí mejor.
Encontrar un acupuntor
Casi todos los acupuntores de Washington que hacen «estiramientos faciales» han sido formados por Virginia Doran. Para encontrar a los graduados de su programa, vaya a luminousbeauty.com/referrals.html.
Mary Elizabeth Wakefield -a quien enseñó Doran- es otra entrenadora muy conocida. Aunque la mayoría de los que han seguido el programa de Wakefield ejercen en la Costa Oeste, puedes encontrar acupuntores locales en chiakra.com/referrals.htm.
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