Aunque la cerveza no es una bebida deportiva ideal, algunas de sus propiedades pueden ayudar a su cuerpo después del ejercicio.

Tenga en cuenta que no hay pruebas concluyentes que demuestren que beber una cerveza después de su entrenamiento sea beneficioso. Por lo tanto, se necesita más investigación (1).

Puede ser una fuente decente de carbohidratos

La cerveza se elabora típicamente con agua, granos, lúpulo y levadura. Como resultado, es una fuente moderada de carbohidratos, ya que la cerveza media contiene entre 10 y 15 gramos (2).

Cuando se hace ejercicio, la forma de carbohidratos almacenada por el cuerpo -llamada glucógeno- puede agotarse.

El grado de agotamiento del glucógeno depende en gran medida del entrenamiento. El ejercicio aeróbico, como la carrera constante o el ciclismo, tiende a agotar el glucógeno en mayor medida que los ejercicios como el levantamiento de pesas o los intervalos cortos de sprint (3, 4).

Como el consumo de carbohidratos después del ejercicio puede reponer sus reservas de energía, la cerveza puede servir como una opción decente después del entrenamiento en ocasiones (5).

Tenga en cuenta que la investigación pertinente no demuestra que beber cerveza de alta graduación ofrezca ningún beneficio significativo después del entrenamiento, en comparación con las bebidas deportivas (5).

Algunas contienen electrolitos esenciales

Durante el ejercicio de intensidad moderada a alta, se pierden electrolitos a través del sudor (6).

Los electrolitos son minerales, como el sodio, el potasio, el magnesio y el calcio, que contienen una carga eléctrica. Cumplen varias funciones corporales importantes, como mantener el equilibrio adecuado del pH, equilibrar sus niveles de agua y facilitar la transmisión nerviosa (7).

Por lo tanto, las bebidas deportivas tradicionales proporcionan electrolitos esenciales para ayudarle a rehidratarse después de hacer ejercicio (8).

En particular, las cervezas con electrolitos han aumentado su popularidad porque causan este mismo efecto. Estas cervezas contienen electrolitos adicionales, concretamente sodio, potasio y magnesio, lo que las convierte en una bebida viable para después del entrenamiento.

Es importante tener en cuenta que beber en exceso puede dificultar la recuperación del ejercicio, por lo que muchas cervezas con electrolitos son bajas en alcohol (9, 10).

Puede proporcionar algunos antioxidantes

La cerveza contiene una buena cantidad de antioxidantes debido al alto contenido natural de antioxidantes del lúpulo, un ingrediente principal en la mayoría de las cervezas (11, 12, 13).

Cuando se consumen, los antioxidantes combaten los radicales libres, que son moléculas inestables que promueven la inflamación crónica y aumentan el riesgo de padecer diversas dolencias (14).

Específicamente, la cerveza es bastante alta en polifenoles, que son antioxidantes que se encuentran en varias frutas y verduras (11, 15).

Estos compuestos pueden ser la razón por la que el consumo modesto de cerveza se asocia con una mejor salud del corazón y una reducción del riesgo de cáncer (16, 17).

Dicho esto, la ingesta excesiva de cerveza o de cualquier bebida alcohólica anula cualquier beneficio y aumenta el riesgo de enfermedad. Por ello, la moderación es la clave (18, 19).

Resumen

Beber una cerveza después de hacer ejercicio puede reforzar el consumo de carbohidratos, ciertos electrolitos y antioxidantes. Tenga en cuenta que la moderación es vital.

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