Cuando se trata de televisión, el piloto es una de las cosas más importantes a tener en cuenta a la hora de escribir el guión. No hay una regla única ni un patrón único que seguir a la hora de escribir un piloto. Cada uno puede ser muy diferente, especial y bueno por diferentes razones. Sin embargo, hay ciertos elementos que la mayoría de los pilotos comparten porque, en última instancia, su objetivo es el mismo: crear algo que realmente vaya a arrastrar a la audiencia.
Ahora más que nunca la atención de nuestro público es atacada constantemente, entre las redes sociales, las múltiples pestañas abiertas en sus portátiles y la cantidad casi infinita de programas, películas y videojuegos que hay, es prácticamente imposible captar toda su concentración. Así que cuando decidan leer o ver TU historia, debes engancharlos inmediatamente. Puede que sólo tengas unos minutos para hacerlo.
¡Entretenimiento! Eso es lo que tenemos que tener en cuenta como narradores, intentemos entretener desde la primera página del guion hasta la última, desde el primer segundo de la película hasta los créditos.
El género de la fantasía y la ciencia ficción depende mucho de la capacidad de sus guionistas para desarrollar el worldbuilding y establecer unas reglas de lógica interna que den al universo una base sobre la que desarrollar personajes y acontecimientos. Sin embargo, el episodio piloto de LOST es uno de los mejores ejemplos de una narración que sobrecoge, despierta la intriga y capta la atención del espectador desde el minuto uno.
LOST es una de las series más comentadas y también más controvertidas de la historia. Mucho se ha hablado de la incapacidad de la serie para responder a todas las incógnitas planteadas que llevaron a la polémica decisión de su episodio final. Pero lo que es casi obligado reconocer es el mérito de sus guionistas al escribir un episodio piloto que presentara no sólo un grupo de personajes tan amplio y variado, sino la estructura narrativa principal de la serie a base de flashback y una sucesión de misterios e intrigas tan fascinantes que tras poco más de una hora el espectador quedaba agotado, abrumado y atrapado para siempre.
Subir las expectativas
¿Los Soprano iba a ser una comedia o un drama? Otra historia de violencia ambientada en el mundo de la mafia? Si el episodio piloto de THE SOPRANOS sirvió para dejar claro que esta serie iba a ser algo diferente a todo lo que se había hecho entonces. Una serie que tiene sus referencias claramente identificadas pero que llegó a convertirse en algo único y muy especial.
La conclusión que cualquier espectador podría sacar del primer episodio de THE SOPRANOS es que se trataba de una serie muy difícil de etiquetar y clasificar en un solo género. David Chase sentó las bases de lo que había imaginado como una comedia de un humor muy negro sobre la mafia. Sin embargo, en contraposición a esto, lo que el piloto revelaba era que también estábamos ante una serie especialmente violenta.
Quizás el elemento que la convirtió en una serie tan especial y desconcertante para el espectador fue su profundidad psicológica y su interés por explorar la atormentada mente de un líder mafioso a través de esas ya inolvidables sesiones en la consulta de la psicóloga Jennifer Melfi.
HAZ QUE TU PROTAGONISTA SEA PODEROSO
Hay más series corales sin un protagonista claro y con una serie de tramas que se entrelazan e involucran casi por igual a los distintos personajes. Sin embargo, hay otras cuya razón de ser, funcionamiento y éxito radica en un altísimo porcentaje en la construcción de su protagonista, en los conflictos que surgen de sus acciones y en las implicaciones que esto tiene sobre los personajes que le rodean.
El verdadero reto de Breaking Bad era apuntalar su historia de narcotráfico en la figura de un profesor de química de apariencia mezquina. La serie no escondió sus cartas; casi desde el primer momento, supimos que Walter White iba a acabar convirtiéndose en mucho más que un profesor de instituto. Su episodio piloto debía sembrar la intriga y la semilla en el cerebro del espectador para abrazar su futura evolución desde un punto de partida creíble y prepararse para todo lo que la serie le mostrara en el descenso a los infiernos de Walter.
Breaking Bad comienza con un flashforward de un Walter desnudo conduciendo como un loco por una carretera del desierto. La escena no sólo tiene un personaje con un objetivo y un obstáculo, sino que también tiene un misterio: ¿Cómo han llegado hasta aquí? El público se engancha inmediatamente. Gran apertura.
El misterio es la clave del éxito
David Lynch dio el salto a la televisión para cambiar radicalmente la forma de entender y escribir las series en los años 90. Encontrar al asesino de Laura Palmer se convirtió en la obsesión de toda una generación. Una pregunta para la que, conociendo un poco la idiosincrasia del universo Lynch, posiblemente nunca encontrarían respuesta… O, al menos, no de la misma forma que cualquier thriller policíaco.
La única regla a tener en cuenta antes de entrar en Twin Peaks es que en el universo Lynch no hay reglas. Bajo este galardón, el cineasta estadounidense nos brindó uno de los episodios piloto más desconcertantes y enigmáticos de la historia, así como uno de los más icónicos e inolvidables.
CONOCE A SU AUDIENCIA Y CONECTA CON ELLA
Cuando se trata de escribir una ficción generacional, que habla y se dirige directamente a un segmento concreto de la población, es muy importante que el espectador sienta que la serie conoce realmente a su público y la temática que aborda. Uno de los mayores errores que se pueden cometer a la hora de escandir una serie sobre la adolescencia es caer en la condescendencia y reducir a los personajes a una caricatura o a un estigma de la realidad.
Por eso FREAKS AND GEEKS destaca con luz propia entre las muchas series de adolescentes que se han hecho. Una serie que desde el primer episodio consiguió condensar conflictos como el acoso escolar, la presión ejercida por los padres o los romances adolescentes. Todo ello a través de personajes reales, con problemas, vivencias y formas de ser con los que el público se siente identificado y empatiza rápidamente. Si consigues que tus espectadores piensen que eres uno de ellos y que tu serie hace un retrato honesto de su realidad, tendrás gran parte del trabajo hecho.