La ansiedad no es exactamente una condición que se asocia con sentimientos y emociones positivas. De hecho, la ansiedad en realidad atrae su atención hacia el pensamiento negativo, y puede crear un entorno mental que es extremadamente propenso a notar sólo lo negativo y pasar por alto lo positivo en casi todos los aspectos de la vida.
Por lo tanto, es sorprendente que la ansiedad se haya relacionado con una sensación de euforia. Después de todo, la euforia es una emoción positiva, y aunque puede asociarse a cosas negativas (como la euforia de las drogas o la manía), la emoción en sí misma va en contra de casi todo lo que sabemos sobre la ansiedad.
La ansiedad y las emociones positivas
Hay que tener en cuenta que la ansiedad suele ser comórbida con otras afecciones, como la depresión. En algunas personas, la depresión puede conducir a la manía, que puede conducir a la euforia. Además, algunos comportamientos y adicciones pueden causar también euforia.
En lugar de pensar en la euforia en términos de emociones positivas, puede ser mejor considerarla como el resultado natural de una ausencia de emociones negativas. Hay quienes experimentan este torrente de energía cuando un ataque de ansiedad ha terminado, o cuando tienen un descanso de su ansiedad. En algunos casos -aunque no es necesariamente común- la ausencia de ansiedad puede desencadenar esta sensación de completo alivio y felicidad, como si estuvieras listo para enfrentarte al mundo.
Para algunos, eso puede parecer euforia. Pero en realidad es la reacción natural al sentir que ya no estás abrumado. La euforia no es algo malo, pero hay que tener en cuenta que este tipo de emoción sin seguir buscando formas de curar su ansiedad puede tener consecuencias negativas, porque puede confiarse demasiado y dejar de utilizar los tratamientos para la ansiedad sólo para descubrir que vuelve a aparecer.
En general, sin embargo, no es una emoción negativa.
La euforia después de los ataques de pánico
Los ataques de pánico son momentos graves de ansiedad extremadamente intensa que pueden ser emocional y físicamente agotadores. Una vez finalizado el ataque de ansiedad, algunas personas informan de que se sienten eufóricas, casi como si su cerebro hubiera decidido compensar la gravedad del pánico.
Desgraciadamente, hay muy pocas pruebas o explicaciones de por qué ocurre esto. Simplemente parece que hay quienes obtienen una sensación de euforia una vez que su ansiedad ha desaparecido. Es posible que sea el cerebro el que libere hormonas, como las endorfinas, como respuesta a la superación temporal de la ansiedad extrema. Pero es igualmente posible que esta sensación no tenga una explicación obvia, y se relaciona con la idea de que puede ser una experiencia subjetiva después de sentir que la ansiedad desaparece.
No es necesario superar la euforia
Si la euforia parece venir acompañada de otros síntomas preocupantes, como los signos de manía, entonces puede ser algo que hay que tratar. Pero en general es simplemente una emoción positiva que resulta de una cantidad significativa de emociones negativas, y no es algo que necesariamente tenga que tratar.
Aún así, la única razón por la que siente esa emoción es porque ha tenido que lidiar con una ansiedad extrema, y por lo tanto, obviamente, es importante deshacerse de esa ansiedad extrema lo antes posible.