Es un hecho conocido que la mayoría de las fuerzas de trabajo son tan capaces como su líder. Sin embargo, no todo el mundo tiene la suerte de trabajar bajo un líder que sea inspirador, capaz y motivador. Tanto si trabaja con un líder como si lo contrata, es importante aprender a reconocer las cualidades de un mal líder y actuar en consecuencia. A continuación se describen algunas cualidades de liderazgo reveladoras que los malos líderes suelen demostrar.
1. Poca integridad
Una de mis citas favoritas sobre el liderazgo es: «La integridad es la cualidad más valiosa y respetada del liderazgo. Mantén siempre tu palabra». No importa lo capaz, inteligente o eficaz que sea un líder. Si carece de integridad moral, los problemas están a la orden del día. Por un lado, los empleados miran a sus líderes en busca de ejemplos de lo que es un comportamiento aceptable. Si un líder tiene un comportamiento poco ético, no pasará mucho tiempo antes de que los empleados a su cargo tengan también un comportamiento poco ético. Tarde o temprano, la falta de integridad moral casi siempre lleva a la perdición de una persona, por lo que debería ser una bandera roja importante.
2. Falta de adaptabilidad
Los grandes líderes saben emplear una gama de estilos de liderazgo dependiendo de lo que requiera la situación. La verdad es que no todos los empleados están motivados por los mismos factores, y no hay un enfoque único que funcione en todas las situaciones. Los buenos líderes lo reconocen y son fluidos, mientras que los malos líderes pueden estar estancados en sus métodos y no estar dispuestos a adaptarse a lo que la situación requiere. Si nota que un líder es terco, lento para adaptarse a las situaciones cambiantes y demuestra una actitud de «mi camino o la carretera», es probable que sea un mal líder.
3. Poca visión de futuro
El trabajo de un líder es empujar hacia adelante, y los buenos líderes siempre deben centrarse en cómo pueden hacer que el mañana sea más eficiente y productivo que el día de hoy, como lo demuestra la visión de futuro de Elon Musk. Los malos líderes, sin embargo, suelen ser complacientes y se quedan satisfechos con el statu quo. Si un líder no se centra en el futuro y no demuestra un plan claro sobre cómo mejorar continuamente, es poco probable que se produzca el progreso.
4. Falta de responsabilidad
Los mejores líderes asumen la responsabilidad cuando las cosas van mal y dan crédito a otros cuando las cosas van bien. Los empleados quieren saber que trabajan para un líder que les dará el debido crédito cuando lo hagan bien y que no los tirará debajo del autobús cuando las cosas vayan mal. Sin embargo, algunos líderes no pueden o no quieren asumir esta responsabilidad y, en su lugar, desvían la culpa hacia otros y se atribuyen el mérito. Al final, este comportamiento va a hacer muy poco para motivar a una fuerza de trabajo para tener éxito.
5. Habilidades de comunicación pobres
Las grandes habilidades de comunicación son, con mucho, algunos de los rasgos más importantes que debe tener un líder. No importa la eficacia del plan que un líder sea capaz de elaborar. Si no es capaz de comunicar ese plan a sus empleados de una manera que sea fácil de entender y motivadora, entonces se logrará poco progreso. Los buenos líderes deben ser capaces de escuchar atentamente y comunicar con claridad. Si un líder demuestra una incapacidad para comunicar sus ideas y expectativas a los demás, no es probable que sea un líder muy eficaz.
El liderazgo puede hacer o deshacer cualquier negocio. Por ello, hay algunos factores clave que hay que tener en cuenta antes de incorporarse a un nuevo equipo o contratar a un nuevo líder. Estas características también deberían aplicarse a cualquier persona que intente mejorar sus propias habilidades. Sea cual sea el caso, recuerde que los grandes líderes deben demostrar con regularidad integridad, adaptabilidad, visión, responsabilidad y habilidades de comunicación para conducir eficazmente a sus equipos hacia la grandeza.