El contenido objetable, inapropiado o ilegal crea riesgos para las organizaciones. Por ejemplo:
- Permitir contenido pornográfico en el lugar de trabajo puede poner a una empresa en riesgo de reclamaciones por acoso sexual, o crear de otro modo un entorno de trabajo hostil o degradante.
- Los sitios de spam pueden conducir a la instalación de malware u otro software malicioso en los ordenadores del trabajo.
- Los sitios de odio o con contenido violento pueden comprometer la seguridad de los empleados y también reflejar una mala imagen de la empresa en su conjunto.
- Los sitios de redes sociales pueden reducir la productividad y distraer a los empleados de las tareas rutinarias.
El filtrado de contenidos ayuda a mitigar estos riesgos dificultando el acceso a dichos contenidos en el lugar de trabajo y demostrando la intolerancia de la empresa hacia los contenidos inapropiados, ilegales o censurables en general.
Para ser eficaz, el filtrado de contenidos debe desplegarse en todos los canales de contenido. Los canales más comunes son:
- Web: El cribado de sitios o páginas web, así como de marcadores y otro tráfico web.
- Correo electrónico: El cribado del correo electrónico en busca de una variedad de spam, malware y otros contenidos no deseados o maliciosos. Esto se suele hacer analizando la línea de asunto de los correos electrónicos reenviados a través del sistema de filtrado. Cuando se recibe un mensaje que cumple los criterios pertinentes, el mensaje se colocará en la carpeta de correo no deseado del destinatario. En algunos casos, incluso se devolverá al remitente como imposible de entregar.
- Ejecutables: El cribado de archivos ejecutables que pueden instalar software malicioso sin previo aviso.
El motivo suele ser impedir el acceso a contenidos que el usuario o el administrador podrían determinar como objetables. Algunas de las restricciones pueden aplicarse a todos los niveles: un gobierno nacional puede intentar aplicarlas en todo el país, o un ISP puede aplicar el filtrado a sus clientes, incluso un empleador a su personal o una escuela al alumnado. No hay limitaciones para el alcance del filtrado de correo electrónico, y a menudo puede ser un paso fuerte para proporcionar seguridad a todos y cada uno de los usuarios que acceden a la web.