Hace unos días, uno de mis mejores amigos compartió un vídeo conmigo. Se llama «La chica más feliz del mundo»

Lo vi y al instante me sorprendió lo mucho que me relacionaba con él. El vídeo parte de la perspectiva de una chica que lucha contra una enfermedad mental. Habla de su profunda tristeza, pero también de su verdadera felicidad. Como alguien que lucha contra la depresión, este sentimiento resuena profundamente en mí. He descubierto que existe el estigma de que si estás deprimido, estás constantemente triste. Pero la depresión no es sólo un sentimiento; es una enfermedad. Yo no la elijo. Mi tristeza no es sólo un sentimiento; es una emoción constante y subyacente.

Pero que esté triste no significa que no sea feliz. De hecho, soy muy feliz. Soy feliz por estar vivo. Estoy feliz de poder crear cosas. Soy feliz de poder escribir. Soy feliz por poder bailar. Soy feliz por muchas razones, y a veces me abruma la felicidad. Pero sigo teniendo depresión; la tristeza sigue estando ahí constantemente. El otro día escuché a un orador que dijo: «Ser o no ser. O quizás las dos cosas a la vez». No es que sea feliz o esté triste: son las dos cosas. Al mismo tiempo.

Estoy triste por mi enfermedad. Estoy triste porque a veces se me nubla la felicidad. Estoy triste porque a veces no puedo expresar lo mucho que quiero a la gente. Estoy triste porque me olvido de dar las gracias. Estoy triste porque paso mucho tiempo en la cama deseando tener fuerzas para levantarme. Pero estoy feliz porque en algún lugar, alguien se está casando con el amor de su vida. En algún lugar, alguien está naciendo. En algún lugar, alguien está haciendo lo que más le gusta en el mundo. Soy feliz porque hay una belleza detrás del desorden de la vida. Soy feliz por el espíritu humano y el triunfo que nos hace seguir adelante. Soy feliz por las segundas oportunidades, y soy feliz por el amor. Puedo estar triste. Y sí, tengo depresión – pero eso no significa que no pueda también ser feliz.

Hoy, vi la película «Collateral Beauty». El tema principal era que debajo de todo el dolor del mundo, hay una belleza colateral, un encanto que surge de la oscuridad. Un triunfo que surge del dolor. Hay mucho dolor, pero a través del dolor puede haber belleza y fuerza. Toda la tristeza de la depresión no puede impedirme ser la chica más feliz del mundo, porque he llegado a apreciar la belleza colateral de la vida. Aprecia la belleza y nada podrá detenerte.

Imagen vía Thinkstock.

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