Todas las ballenas barbadas tienen barbas en lugar de dientes que utilizan para recoger krill, plancton y pequeños peces del mar. Estas barbas erizadas filtran, tamizan o atrapan las presas favoritas de las ballenas del agua del mar dentro de sus bocas. Las barbas están hechas de queratina, la misma proteína que compone nuestras uñas y nuestro pelo. Las barbas de la ballena de Groenlandia pueden llegar a medir 4 metros de largo.
Las ballenas con barbas se agrupan en cuatro familias y su tamaño varía desde la ballena azul, que puede llegar a medir 33 metros, hasta la ballena franca pigmea, que mide 6,5 metros. Las ballenas barbadas tienen dos orificios nasales en la parte superior de la cabeza y, por tanto, sus soplos son más tupidos que los de las ballenas dentadas, que tienen un solo orificio.
Algunas ballenas barbadas, como las jorobadas, las minke, las de aleta y las azules, tienen surcos en la garganta claramente visibles que permiten que sus bocas y gargantas se expandan y se inflen al engullir bocados de tamaño monstruoso de agua de mar y comida.
Las ballenas barbadas evolucionaron a partir de los ancestros de las ballenas dentadas. El número, el tamaño y el color de las barbas son únicos para cada especie de ballena.