Cada vez más protagonista de nuestras preparaciones, el wok es una cacerola de origen oriental que gracias a su particular forma ovalada permite una cocción rápida y uniforme de los ingredientes: al vapor, fritos o simplemente salteados, con el wok podemos cocinar cualquier tipo de plato, desde la carne al pescado y también las verduras. Fácil de encontrar en el mercado y muy sencillo de utilizar, con una o dos asas, el wok es muy útil incluso si se quiere cocinar de forma saludable y añadiendo pocas grasas: de hecho los alimentos, si se cocinan durante el menor tiempo posible, conservan gran parte de sus propiedades nutricionales. Hoy te explicamos cómo utilizar mejor esta cacerola tan querida en Oriente, los tipos de cocción que puedes experimentar y algunas recetas sencillas imperdibles.
Qué es y cómo utilizar el wok
El wok es una cacerola ovalada de hierro fundido de tradición china, hoy famosa y utilizada en todo el mundo. En el mercado se pueden encontrar woks de diferentes tamaños, desde 30 cm hasta 20 cm, y cada vez más recetas requieren su uso. El wok es muy bueno para las recetas rápidas: su forma, de hecho, permite que el calor se distribuya uniformemente para acelerar la cocción, ya sea de carne, mariscos o verduras. Por ejemplo, todo el mundo conoce los famosos fideos chinos. Equipado con una o dos asas para saltear mejor los ingredientes, el wok nació en la antigua China, donde, para acelerar o remediar el problema de la falta de combustible, se veían obligados a cocinar los ingredientes todos juntos en una sola cacerola.
Cómo cocinar alimentos con el wok
Con el wok se puede cocinar prácticamente todo: carnes blancas, carnes rojas, pescados, mariscos y verduras. Pero la verdadera grandeza de este cazo está en la versatilidad de cocciones que se pueden experimentar, como por ejemplo:
Saltear. El tipo de cocción más común y quizás el más sencillo: para saltear los ingredientes en el wok se necesita muy poco condimento (es una cacerola increíblemente antiadherente) y muy poco tiempo (la estructura ovalada permite una cocción no sólo uniforme sino también muy rápida). Corta todos los ingredientes en trozos pequeños y viértelos según el tiempo de cocción que necesiten (la soja, por ejemplo, debe añadirse sólo en el último momento), saltea y mezcla siempre con una espátula de madera o de plástico, para no estropear la base antiadherente de tu wok.
Para freír. Con el wok se pueden preparar crujientes frituras de pescado o de verduras (quizás con un delicado rebozado a base de harina de arroz); para hacerlo bien se necesita menos aceite que con una cacerola común: a pesar de su gran tamaño, de hecho, con el wok se pueden cocinar menos ingredientes a la vez y, por tanto, en menos aceite, que puede alcanzar una temperatura que oscila entre los 160° y los 180° grados.
Cocinar al vapor. La forma característica del wok permite utilizar esta cacerola también para cocinar al vapor. En el mercado puedes encontrar fácilmente una parrilla para colocar sobre el wok que tendrás que llenar hasta la mitad con agua: una vez que el agua alcance la ebullición, coloca los alimentos que quieras cocinar en la parrilla y cubre todo con una tapa. Si utiliza una parrilla de varias capas, tenga cuidado de colocar en la capa inferior los alimentos que necesitan más intensidad de calor, como las verduras y los alimentos con almidón, y en la capa superior los alimentos como la carne o el pescado.
Cocción de guisos. La cocción de guisos es en realidad una doble cocción, una primera fase de salteado seguida de una cocción más lenta en un líquido que puede ser agua o caldo; con este tipo de cocción se pueden preparar excelentes guisos de carne en el wok.
Consejos y sugerencias
Para cocinar de forma rápida y uniforme, es preferible utilizar cocinas de gas, en las que se puede regular la intensidad de la llama, es mejor evitar las cocinas de inducción.
Si utilizas el wok para recetas salteadas, ten cuidado de calentar el aceite primero y sólo después de verter tus ingredientes, o perderás el crujiente.
Para mezclar los ingredientes utiliza siempre un cazo de madera o de silicona, de esta forma no estropearás la superficie del cazo que lo hace antiadherente.
Para limpiar el wok de la mejor manera, llénelo de agua caliente inmediatamente después de usarlo y déjelo reposar durante 20 minutos, luego aclárelo con una esponja usando el lado suave de la misma. Salvo en algunos casos, sólo con agua caliente el wok se limpiará fácilmente y no necesitarás usar jabón para platos. Si puede, ponga unas gotas de aceite en un trozo de papel de cocina y extienda el aceite en el interior del wok: así se protegerá el revestimiento antiadherente.
5 recetas para hacer con el wok
Hay tantas recetas para hacer con el wok: le proponemos 5 recetas sencillas de hacer, ideales también para los que nunca han utilizado el wok, pero con un gusto muy particular. He aquí cómo utilizar mejor el wok en la cocina haciendo platos sabrosos y ligeros al mismo tiempo.
1. Gambas al curry con leche de coco
Un plato tradicional de la India donde las gambas se encuentran con el fuerte sabor del curry, todo ello perfectamente equilibrado por el dulzor de la leche de coco. La preparación de las gambas al curry es muy sencilla y están listas en pocos minutos, el tiempo suficiente para obtener una salsa cremosa, fragante y picante.
2. Fideos
Los ya famosos fideos chinos hechos con harina, agua y huevos: los verdaderos fideos siempre se escaldan primero ligeramente y luego se saltean en el wok junto con verduras, carne o pescado, por supuesto con especias y salsa de soja en abundancia. Excelentes tanto calientes como fríos, si no te importan las calorías, también puedes freírlos.
3. Pad Thai
El Pad Thai es la comida callejera tailandesa por excelencia, la que puedes encontrar fácilmente en cualquier quiosco más o menos improvisado. Gambas, fideos, pescado, salsa de soja y mucho más: la receta es más sencilla de lo que crees y el resultado es un plato lleno de sabores y aromas, ideal para una cena con sabor oriental.
4. Arroz cantonés
Directamente procedente de la cocina de Cantón, una de las mayores ciudades chinas, el arroz cantonés también se llama arroz frito o salteado. Se prepara principalmente con arroz basmati o arroz jazmín cubierto con huevos, guisantes y jamón, todo ello estrictamente cocinado en el wok.
5. Pollo en salsa agridulce
Un segundo plato cremoso y picante gracias a la presencia de jengibre fresco, el pollo en salsa agridulce es una receta tradicional china en la que la carne se embellece con almendras crujientes. Sólo el equilibrio de sabores y la rapidez con la que se elabora hacen de este plato una excelente idea para una cena alternativa y de última hora.