La necesidad de dormir varía
Diferentes personas necesitan diferentes cantidades de sueño. Ocho horas y cuarto es la media para los adultos. Algunas personas pueden aguantar muy bien con mucho menos y otras necesitan mucho más cada noche.
El sueño es un estado activo
Solíamos pensar que todo se apaga cuando dormimos. Pero en los últimos 60 años los científicos han descubierto que nuestro cerebro está muy activo mientras dormimos. De hecho, algunas partes del cerebro utilizan más oxígeno y glucosa mientras duermen que cuando están despiertos.
El sueño profundo ocurre primero
Las primeras tres horas de sueño tienen las etapas más profundas del sueño (sueño de ondas lentas). Más tarde en la noche tenemos más de la etapa de sueño con sueños vívidos (sueño de movimientos oculares rápidos, sueño REM).
El sueño cambia en ciclos
El sueño cambia a lo largo de la noche en ciclos de unos 90 minutos. En cada ciclo hay sueño REM (sueño), aunque sea por poco tiempo. También tenemos despertares muy breves muchas veces a lo largo de la noche. No somos conscientes de la mayoría de estos despertares y olvidamos la mayoría de los sueños.
Un reloj corporal afecta a nuestro cansancio
El momento en que necesitamos dormir se basa en dos cosas. La primera es el tiempo que hemos estado despiertos. La segunda es nuestro reloj corporal. Si estamos despiertos toda la noche, nos sentiremos más cansados a las 4 de la mañana que a las 10. Los científicos llaman a la franja horaria entre las 3 y las 5 de la mañana la «zona muerta». Es cuando nuestro reloj corporal nos hace sentirnos «muertos» de cansancio.
Conciliar el sueño puede ser difícil
No puedes obligarte a dormir – al igual que no puedes digerir la comida más rápido. La aparición del sueño no es algo que podamos controlar. Sólo podemos crear las condiciones adecuadas para el sueño – tanto en nuestra mente como en nuestro entorno.
La falta de sueño puede deprimirte
Algunas personas soportan la falta de sueño mucho mejor que otras. Pero todos los que tienen mucho sueño pierden la concentración con facilidad y experimentan cambios de humor. Los cambios de humor habituales son sentirse más deprimido e irritable.
La genética y el sueño
Ahora creemos que muchos aspectos del sueño están controlados genéticamente. Los últimos avances pueden haber identificado el gen que hace que algunas personas se enfrenten más fácilmente a la falta de sueño.
¿Por qué dormimos?
Los científicos aún no entienden exactamente por qué necesitamos tanto el sueño. Creen que nos restaura físicamente y nos ayuda a organizar las cosas en nuestro cerebro. Sin embargo, sabemos que no podemos vivir bien sin él.