Las directrices europeas identifican el proceso educativo en cualquier actividad realizada por las personas, en las distintas etapas de la vida, con el fin de mejorar sus conocimientos, habilidades y competencias, desde un punto de vista personal, cívico, social y laboral, de manera formal, no formal o informal. Por lo tanto, las formas de educación pueden distinguirse según el nivel de organización y estructura, las condiciones en las que tiene lugar el aprendizaje, la funcionalidad y aplicabilidad de los conocimientos, habilidades y actitudes y el nivel de certificación de los resultados del aprendizaje.
El aprendizaje formal se refiere a lo que tiene lugar en el sistema de educación y formación de un país. Es oficial, estructurado, organizado por organizaciones públicas o instituciones privadas reconocidas y tiene como resultado una certificación formal y un nivel de cualificación formal que es reconocido por las autoridades educativas nacionales pertinentes. La educación formal suele organizarse como educación a tiempo completo y se organiza como un proceso continuo con etapas definidas. La educación formal abarca la educación primaria, secundaria inferior y superior, la educación superior y universitaria que culmina con la obtención de un título o una cualificación profesional o un diploma o una certificación reconocida, así como los programas de educación de adultos.
El aprendizaje no formal se caracteriza por una elección deliberada de la persona, que tiene lugar fuera de los sistemas mencionados anteriormente, en cualquier organización que persiga fines educativos y de formación, incluso el voluntariado, el servicio civil nacional, el servicio social privado y en las empresas. Por lo tanto, la educación no formal es cualquier tipo de aprendizaje estructurado y organizado que es institucionalizado, intencional y planificado por un proveedor de educación, pero que no conduce a un nivel formal de cualificación reconocido por las autoridades educativas nacionales pertinentes. Las personas de todos los grupos de edad pueden participar en la educación no formal, que puede ofrecerse a través de cursos, talleres y seminarios.
El aprendizaje informal, por último, también se desarrolla haya o no una elección deliberada y se realiza en la realización, por parte de cualquier persona, de actividades en situaciones cotidianas e interacciones que tienen lugar en ellas, dentro del contexto del trabajo, la familia y el ocio, es decir, es sin apoyo externo y no está institucionalizado. En el proceso educativo, por lo tanto, entran en juego las dimensiones blandas como los estilos de enseñanza y la gestión de las interacciones que permiten, especialmente a quienes no tienen acceso a los recursos que les permiten ser participantes activos y capaces, hacer uso del conocimiento para lograr sus ambiciones personales. Además, esto también atenúa o refuerza las motivaciones, las expectativas, las intenciones, las autorrepresentaciones y las prácticas de inclusión y exclusión, de discriminación y de jerarquización social.
En la sociedad del conocimiento, en la que la trayectoria del desarrollo social está fragmentada por el ritmo y el alcance del cambio de las conexiones sociales, la educación debe sentar las bases de un orden social nuevo y diferente. Esto se refiere al concepto de competencia que, por definición, se refiere al sujeto (como característica intrínseca) y, por lo tanto, implica una reinterpretación radical de los modelos de educación, formación y trabajo, y muestra una verdadera función de orientación en la que el imperativo es adquirir la capacidad de adaptarse a múltiples y variados contextos, vivir en la complejidad y adoptar la innovación continua.
En los jóvenes adultos el concepto de educación en contextos formales, no formales e informales en una perspectiva de aprendizaje permanente es crucial porque debe ser una de las soluciones para mejorar la empleabilidad de las personas y la responsabilidad de los individuos en alimentar ininterrumpidamente su propio capital social, intelectual y cultural.
(Mauro Palumbo, Sonia Startari, Vlatka Domovi? & Dejana Boillet)