La intuición es un sentimiento tan hermoso e innato que todas las personas tienen la capacidad de experimentar si nos tomamos el tiempo de escuchar atentamente los sentimientos y las energías que nos rodean. Incluso si no somos madres, podemos afinar este superpoder de ser capaces de sentir las cosas instintivamente a través de una perspectiva evolutiva muy arraigada que algunos llaman «instinto maternal».

Científicamente, se cree que la intuición es la capacidad de aprovechar nuestro subconsciente y la parte más empática del cerebro, que a menudo se agudiza cuando somos una madre que cuida de su hijo. Sin embargo, podemos aprovechar esa parte del cerebro y fortalecerla sin ser madres. La meditación es una herramienta maravillosa para acceder a este subconsciente: al experimentar la quietud, podemos sentir las cosas más profundamente. No ignorar nuestro instinto es otra regla importante para aprovechar nuestra intuición. En lugar de ignorar ciertos pensamientos, emociones o señales, podemos permitirnos vivir en un estado más presente y consciente.

Conecta con tu niño interior a través del juego &Cambio de perspectiva

Los niños nos recuerdan a los adultos los pequeños detalles mágicos de la vida que dejamos de ver a medida que envejecemos; nos ayudan a salir de nuestra zona de confort y a ver una perspectiva totalmente diferente. Honrar la energía juvenil que llevamos dentro puede ayudarnos a salir de nuestra zona de confort adulta y recordar lo que se siente al ser un niño. Ve a dar vueltas en medio del campo, coge unos rotuladores viejos y haz un dibujo que no sea perfecto. Ver películas de animación y hacer preguntas, mantener la curiosidad por la vida y estar bien con las imperfecciones

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