Esta área del desarrollo implica aprender a interactuar con otras personas y a entender y controlar sus propias emociones. Los bebés empiezan a desarrollar relaciones con las personas que les rodean desde que nacen, pero el proceso de aprender a comunicarse, compartir e interactuar con los demás tarda muchos años en desarrollarse. Desarrollar la capacidad de controlar sus emociones y su comportamiento también es un proceso largo. Los niños siguen desarrollando sus habilidades socioemocionales hasta bien entrada la adolescencia, o incluso hasta la edad adulta temprana.
A continuación se presentan algunos de los hitos típicos del desarrollo de las habilidades socioemocionales. Después de cada grupo de edad, puede encontrar algunas «banderas rojas» que podrían indicar una preocupación.
Por favor, vea también Habilidades de Comunicación para obtener más información sobre el desarrollo temprano porque las habilidades del habla y del lenguaje son muy importantes para el desarrollo social efectivo.
Entre las edades de 1 y 2 años, su hijo:
- Se reconocerá a sí mismo en el espejo o en una fotografía y se sonreirá o hará muecas
- Empezará a decir «no» a la hora de dormir y a otras peticiones
- Imitará las acciones y palabras de los adultos (por ejemplo tareas)
- Entender palabras y órdenes, y responder a ellas
- Abrazar y besar a los padres, a personas conocidas y a mascotas
- Trae cosas para «enseñárselas» a otras personas
- Comienza a ser útil en la casa
- Comienza a sentir celos cuando no es el centro de atención
- Muestra frustración con facilidad
- Puede jugar junto a otro niño, pero no compartirá realmente hasta los 3 ó 4 años
- Será capaz de jugar solo durante unos minutos
- Reaccionará a los cambios en las rutinas diarias
- Compartirá un trozo de comida
- Desarrollará una serie de emociones (puede tener rabietas, mostrar agresividad mordiendo, etc.)
- Empieza a afirmar su independencia prefiriendo intentar hacer las cosas «por mí mismo», sin ayuda
Bandas rojas para el desarrollo socioemocional (2 años)
Si nota algunas de las siguientes cosas cuando su hijo tenga entre 18 y 24 meses (2 años), es posible que quiera hablar con su médico, o con otro profesional de la salud, como un clínico de salud mental, un patólogo del lenguaje, un terapeuta ocupacional o un psicólogo.
- No imita a otras personas
- Se mueve constantemente de una actividad a otra y no es capaz de permanecer en una actividad durante periodos breves
- Requiere atención constante para permanecer en una actividad
- No muestra ningún interés por otros niños
- No «muestra» las cosas a otras personas
- Es extremadamente «rígido» con las rutinas, se altera mucho cuando se cambian
- Es demasiado pasivo y no quiere probar cosas que hacen otros niños de su edad
- Tiene una dificultad extrema para esperar los objetos que quiere
Entre las edades de 2-3 años, su hijo:
- Se muestra asertivo sobre lo que quiere, y dice no a las peticiones de los adultos
- Empieza a mostrar conciencia de sus propios sentimientos y de los de los demás
- Tiene rápidos cambios de humor
- Muestra más miedo en ciertas situaciones (e.p. ej. la oscuridad)
- Se vuelve tímido y puede empezar a lloriquear
- Posiblemente se vuelva agresivo y se frustre con facilidad
- No le gustan los cambios
- Desea ser independiente, pero sigue necesitando la seguridad de los padres
- Necesita una rutina ordenada y predecible (p. ej: al despedirse de los padres)
- Observar a otros niños en el juego y unirse a ellos brevemente
- Defender sus posesiones
- Empezar a jugar a la «casa»
- Empezar a separarse más fácilmente de los padres
- Empezar a mostrar empatía con otros niños (responder a sus sentimientos)
Si nota algunas de las siguientes cosas cuando su hijo tenga 3 años, es posible que quiera hablar con su médico o con otro profesional de la salud, como un clínico de salud mental, un patólogo del lenguaje, un terapeuta ocupacional o un psicólogo.
- No le interesan los juegos de simulación
- Tiene una dificultad extrema para separarse de usted
- No empieza ni responde a interacciones sencillas con otros niños
- Se muestra una agresividad anormal
- Muestra miedos extremos que interfieren con las actividades diarias
- Es extremadamente «rígido» con las rutinas
Si tiene preocupaciones sobre su hijo a cualquier edad, no dude en ponerse en contacto con nosotros para hablar con un profesional. También puede hacer una derivación a nuestro centro en cualquier momento.