Tratamiento quirúrgico
Si su condición no mejora con el tratamiento no quirúrgico, su médico puede ofrecerle la cirugía. La cirugía también puede ser una opción si tiene otros problemas en el hombro.
Durante la artroscopia, el cirujano inserta el artroscopio y pequeños instrumentos en la articulación del hombro.
La cirugía para la tendinitis del bíceps suele realizarse por vía artroscópica. Esto permite a su médico evaluar el estado del tendón del bíceps, así como de otras estructuras del hombro.
Durante la artroscopia, su cirujano inserta una pequeña cámara, llamada artroscopio, en la articulación del hombro. La cámara muestra imágenes en una pantalla de televisión, y el cirujano utiliza estas imágenes para guiar los instrumentos quirúrgicos en miniatura.
Reparación. En raras ocasiones, el tendón del bíceps puede repararse en el lugar donde se une a la cavidad del hombro (glenoides).
Tenodesis del bíceps. En algunos casos, se extrae la sección dañada del bíceps y el tendón restante se vuelve a unir al hueso de la parte superior del brazo (húmero). Este procedimiento se denomina tenodesis del bíceps. La extirpación de la parte dolorosa del bíceps suele resolver los síntomas y restablecer la función normal.
Dependiendo de su situación, su cirujano puede elegir hacer este procedimiento artroscópicamente o a través de una incisión abierta.
Tenotomía. En casos graves, la cabeza larga del tendón del bíceps puede estar tan dañada que no es posible repararla o tenodearla. Su cirujano puede optar simplemente por liberar el tendón del bíceps dañado de su fijación. Esto se denomina tenotomía del bíceps. Esta opción es la menos invasiva, pero puede dar lugar a un abultamiento de Popeye en el brazo.
Complicaciones quirúrgicas. En general, las tasas de complicaciones son bajas, y su cirujano puede corregirlas sin dificultad.
La infección, la hemorragia, la rigidez y otros problemas son posibles complicaciones. Estas son más probables en los procedimientos quirúrgicos abiertos que en las cirugías artroscópicas.
Rehabilitación. Después de la cirugía, su médico le prescribirá un plan de rehabilitación basado en los procedimientos realizados. Es posible que lleve un cabestrillo durante unas semanas para proteger la reparación del tendón.
Deberá poder utilizar inmediatamente la mano para las actividades cotidianas: escribir, utilizar el ordenador, comer o lavarse. Su médico puede restringir ciertas actividades para permitir que el tendón reparado sane. Es importante seguir las indicaciones de su médico después de la cirugía para evitar daños en el bíceps reparado.
Su médico le iniciará pronto en los ejercicios terapéuticos. Los ejercicios de flexibilidad mejorarán el rango de movimiento de su hombro. Los ejercicios para fortalecer su hombro se añadirán gradualmente a su plan de rehabilitación.
Resultado quirúrgico. La mayoría de los pacientes tienen buenos resultados. Suelen recuperar toda la amplitud de movimiento y son capaces de mover los brazos sin dolor. Las personas que practican deportes por encima de la cabeza muy exigentes necesitan ocasionalmente limitar estas actividades después de la cirugía.