La terapia de masaje es una de las terapias integradoras más eficaces y ampliamente utilizadas para reducir el dolor y aliviar el estrés. Como profesionales de la salud compasivos y atentos, los terapeutas de masaje se comprometen a marcar diferencias positivas en la vida de las personas.

Desgraciadamente, mientras proporcionan alivio a los clientes, los terapeutas de masaje son a menudo vulnerables a las lesiones musculoesqueléticas ellos mismos, especialmente en sus manos y muñecas, y a pesar de que han recibido educación sobre la mecánica corporal adecuada, el posicionamiento y la importancia del autocuidado.

Por ejemplo, una encuesta realizada en 2008 sobre las lesiones musculoesqueléticas entre los terapeutas de masaje en Canadá encontró una alta prevalencia de dolor en las extremidades superiores, con el mayor dolor y malestar reportado en la muñeca y el pulgar, seguido por la espalda baja, el cuello y los hombros (Albert, Currie-Jackson, & Duncan, 2008).

Esta información ayuda a ilustrar por qué los regímenes de autocuidado que pueden ayudar a los terapeutas de masaje a prevenir las lesiones son cruciales para la longevidad de la carrera. A continuación se presentan algunos consejos para ayudarle a cuidar mejor de sí mismo sin dejar de cuidar de sus clientes.

Haga de la atención plena su práctica

La conciencia de los riesgos potenciales proporciona el primer paso vital para maximizar su salud y seguridad porque ser capaz de reducir los factores de riesgo con una ergonomía eficaz y una buena mecánica corporal, por ejemplo, es un gran lugar para empezar. Asegúrese de que su espacio de trabajo está configurado para garantizar la mejor ergonomía posible.

Aquí, piense en el espacio que necesitará para moverse alrededor de la mesa mientras realiza el masaje, así como en la facilidad con la que puede ajustar la mesa. Un equipo ligero con el que pueda maniobrar, levantar y ajustar fácilmente es clave para prevenir lesiones y también le ayuda a evitar posiciones corporales incómodas durante el masaje.

También puede pensar en utilizar herramientas manuales que le den la opción de aplicar una presión sostenida mientras mantiene una posición óptima de la muñeca. Considere la posibilidad de alternar entre estar de pie y sentado durante una sesión de terapia de masaje, y reserve sus citas de manera que tenga suficiente tiempo entre las sesiones para estirarse o hacer un breve ejercicio de autocuidado. También puede pensar en variar las técnicas de terapia de masaje que utiliza durante una sesión cuando sea posible para incorporar tiempo de recuperación a la sesión.

La atención a la respiración, la postura y la posición, y los movimientos del cuerpo son fundamentales para la mecánica corporal de un terapeuta de masaje. La respiración diafragmática profunda y regular es un componente esencial de la mecánica corporal adecuada y la postura alineada, con los beneficios adicionales de mejorar la concentración, la presencia, la relajación y la liberación del estrés y la tensión. Trabajar desde un punto de equilibrio centrado, además, enfatiza la postura neutral y promueve la facilidad de los movimientos corporales.

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Desarrollar una buena mecánica corporal también significa que estás utilizando los músculos más grandes del núcleo, las caderas y las piernas para generar fuerza en lugar de los músculos de las extremidades superiores. Desde la perspectiva de la ingeniería biomecánica, los conceptos clave para la prevención de lesiones incluyen:

  • Aprovechar el peso del cuerpo en lugar de utilizar la fuerza muscular
  • Apilar las articulaciones para evitar las fuerzas de rotación
  • Abrazar la rodilla trasera y generar más fuerza empujando desde el talón
  • Aplicar fuerzas en ángulos de 90 grados, utilizando el antebrazo tanto como sea posible mientras se mantiene la mano y los dedos relajados
  • Posicionando la muñeca en la mitad del recorrido cuando sea necesario para aplicar la fuerza con la mano (Mohr, 2010).

Para evitar específicamente las lesiones de la mano y la muñeca, mantener las muñecas neutrales es una necesidad absoluta, mientras se realiza la terapia de masaje y durante todas las demás actividades diarias, como el uso del ordenador y el teléfono, por ejemplo. Para ayudar a mantener las muñecas rectas al aplicar presión con las manos durante una sesión de terapia de masaje, intente utilizar el antebrazo o el codo, el dorso de un puño suelto (falanges proximales), el estilete cubital, el borde cubital de la palma o las herramientas de mano. Además, para reforzar las manos y los dedos utilizando la mano libre para mejorar la estabilidad de la muñeca, coloque una palma de la mano encima de la otra cuando utilice una palma plana y utilice al menos dos dedos siempre que necesite aplicar presión.

El automasaje puede ser un buen autocuidado

Aunque sepa que hacer de la terapia de masaje una parte regular de su régimen de autocuidado es importante, sacar tiempo para uno mismo no siempre es fácil, y ahí es donde conocer algunas buenas técnicas de automasaje puede ser beneficioso.

El automasaje -que incluye presionar y rodar con pequeñas pelotas- fomenta la conexión cuerpo-mente y el juego mientras se exploran las variedades de movimientos de la mano, la muñeca, el antebrazo, el codo, el hombro, el cuello y la espalda media. Aunque cada terapeuta de masaje tiene necesidades e intereses únicos, la incorporación de actividades de autocuidado que disfrutas en tu régimen hace que mantener el compromiso de cuidar de ti mismo sea más fácil.

Las técnicas de auto-masaje con pelotas pequeñas se pueden incluir fácilmente a lo largo de tu día de trabajo para contrarrestar de forma lúdica algunos de los movimientos repetitivos asociados con la realización de la terapia de masaje. Empezar con unos pocos movimientos de rodamiento de bolas es una forma eficaz de cuidar las manos y las muñecas.

Mientras realiza estos ejercicios de autocuidado, recuerde respirar profunda y completamente, liberando la tensión y la tirantez con cada exhalación. Elija la cantidad de presión que le resulte más cómoda y tenga en cuenta la postura y el posicionamiento de su cuerpo. Los rodamientos de bolas pequeñas pueden realizarse de pie o sentados en una mesa o mostrador. Para su comodidad, quítese las joyas y los relojes. Si experimenta entumecimiento u hormigueo en cualquier parte de la mano o la muñeca asociado a la presión aplicada con las bolas, deje de hacerlo inmediatamente, ya que puede estar presionando un nervio.

Los siguientes son algunos ejemplos que puede probar:

A. Presionar con los dedos

Coloque una mano plana sobre una mesa o mostrador. Con la otra mano, presione y/o haga rodar lentamente la minibola sobre la parte superior y entre cada dedo con movimientos de presión, caricias y circulares. Repetir con la otra mano.

B. Descompresión articular

Coloque la minibola entre dos dedos y doble los dedos para formar un puño suelto. Apriete lenta y suavemente 2-3 veces. Repita el apretón entre cada dedo de ambas manos, incluso entre los dedos índice y pulgar.

C. Rodar la mano

Con una presión moderada, haga rodar la mano sobre la minibola de forma lúdica, presionando, acariciando y con movimientos circulares. A continuación, con un movimiento continuo que comience en la punta de cada dedo, presione en la pelota y haga rodar el antebrazo hasta el codo. Repita con la otra mano.

D. Liberación del pulgar

Presiona la almohadilla muscular de la base del pulgar en la minibola, clavando la bola en la mesa, y coloca la otra mano encima. Presiona y suelta lentamente. A continuación, con un movimiento de aplastamiento, intente girar la mano inferior como si estuviera haciendo zumo de naranja. Repita este movimiento en el resto de la palma de la mano y en la otra.

E. Liberación del antebrazo

Coloque un antebrazo plano sobre una mesa o mostrador. Con la otra mano, presione y/o haga rodar lentamente la minibola sobre la muñeca y el antebrazo con movimientos de presión, caricias y circulares. Explore entre el radio y el cúbito; aplique una presión moderada sobre la masa extensora de la muñeca. Repetir en el otro antebrazo.

La terapia de masaje es un trabajo física y emocionalmente exigente que requiere estrategias multifacéticas de autocuidado para asegurar la flexibilidad, la conciencia corporal, la resistencia, el equilibrio, la fuerza, la circulación y la alineación.

Así que la próxima vez que esté demasiado ocupado para reservar una cita de terapia de masaje para usted, considere cómo podría utilizar algunas de estas técnicas de auto-masaje para ayudarle a cuidar mejor de sí mismo.

Cuidar mejor de sí mismo es el primer paso para cuidar mejor de sus clientes.

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Un régimen de autocuidado holístico es la clave

Los regímenes de autocuidado que apoyan el bienestar de todo el cuerpo son clave a la hora de considerar cómo puede cuidarse a sí mismo para poder permanecer en la profesión de masajista durante el tiempo que elija. A continuación encontrará algunas ideas adicionales para añadir a su régimen de autocuidado:

  • Consuma alimentos densos en nutrientes
  • Hidrátese durante todo el día, todos los días
  • Duerma lo suficiente
  • Muévase de varias maneras (incluya ejercicio de moderado a vigoroso hasta un total de 30-60 minutos la mayoría de los días). Además, no olvide moverse y estirarse en direcciones opuestas a las de su rutina.
  • Relájese (meditación, yoga, escuchar música, actividades creativas, pasar tiempo con sus seres queridos).
  • Durante el trabajo con los clientes, compruebe con frecuencia cómo se siente su cuerpo, su nivel de energía y su estado de ánimo. Dedique tiempo a respirar, relajarse, estirarse y descansar conscientemente a lo largo del día. Respirar profunda, lenta y regularmente ayuda a liberar la tensión y el estrés, calmando el cuerpo y despejando la mente. Concéntrese en exhalar completamente y permita que la siguiente respiración llegue de forma profunda y natural.

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