Al no encontrar la bahaba, los comerciantes de fauces de China se fijaron en la totoaba. Pero la totoaba ya estaba en crisis: a principios y mediados del siglo XX, México exportaba grandes cantidades de este pez a Estados Unidos, donde era más apreciado por su carne que por su vejiga natatoria. En la década de 1970, la sobrepesca hizo que se incluyera en la Lista Roja de la UICN. Con el aumento de la demanda por parte de China, ahora se encuentra en la lista de especies en peligro crítico.
No sólo la totoaba ha sufrido. La sobrepesca en el Golfo de California también ha supuesto un desastre para una pequeña marsopa de tamaño similar a la totoaba. La vaquita suele quedar atrapada accidentalmente en las redes de enmalle de malla fina que se utilizan para capturar los peces. Según la UICN, en la actualidad sólo quedan 18 vaquitas adultas con vida.
Exponiendo el comercio clandestino
La difícil situación de la totoaba y la vaquita no llamó la atención internacional hasta 2013, cuando un agente de aduanas alertado provocó la primera incautación de buches de totoaba en Estados Unidos en la frontera con México.
En ese año, un experto en vaquitas mexicanas publicó una investigación en la que mostraba que las medidas de conservación existentes no habían conseguido evitar la muerte del cetáceo. En 2014, el Centro para la Diversidad Biológica, un grupo conservacionista estadounidense, publicó una carta abierta en la que pedía la prohibición de la pesca con redes de enmalle para proteger a este animal en peligro crítico.
Esa carta hizo que la Comisión Científica de Especies Amenazadas de la CITES de China tomara nota de estas especies lejanas. «Sabíamos que estaban en los apéndices de la CITES y que el comercio estaba prohibido. Pero no nos habíamos dado cuenta de la conexión con China», dijo Zeng Yan, asistente del director de la comisión.
Cuando China resolvió su primer caso de contrabando de totoaba en 2018, fue con la ayuda remota de la comisión. Un funcionario de aduanas del aeropuerto internacional de Guilin, en el sur de China, sin estar seguro de lo que había encontrado, envió una imagen a los expertos de la comisión y, con ayuda de Zeng Yan, identificó el contrabando como buche de totoaba.
«Sólo durante nuestra primera investigación nos dimos cuenta de que había un comercio clandestino… Los funcionarios comerciales y de aduanas de primera línea no lo han visto necesariamente», dijo Hua Ning, jefe del departamento de ecología de la oficina en China del Consejo de Defensa de los Recursos Naturales, un grupo de defensa estadounidense.
Una alianza conjunta para la aplicación de la ley
Es difícil para un solo país hacer frente a una cadena de suministro ilegal que se extiende por medio mundo. También lleva tiempo establecer mecanismos de cooperación. Hasta junio de 2015, China y Estados Unidos no mantuvieron conversaciones de alto nivel sobre cómo abordar el contrabando.
Las investigaciones de los grupos ecologistas ayudaron a impulsar la acción. En mayo de 2015, Greenpeace denunció la venta de buche de totoaba en varias tiendas de Guangzhou y Hong Kong. Ese año se llevaron a cabo las primeras investigaciones oficiales, en las que también se encontraron ejemplares a la venta en Hong Kong y el continente.
En una conferencia de la CITES celebrada en octubre de 2016, China, Estados Unidos y México propusieron formalmente proteger la totoaba de forma conjunta.
Uno de los retos más difíciles a la hora de vigilar el comercio de buche de totoaba es identificarlo, especialmente en un puesto aduanero muy concurrido. Para abordar esta cuestión, en diciembre de 2016, varios organismos gubernamentales, incluida la Oficina Estatal para el Comercio de Especies Amenazadas de China, y los grupos ecologistas internacionales Natural Resources Defense Council y WildAid, celebraron un taller en Guangzhou. Al evento asistieron más de 100 personas, entre las que se encontraban representantes de las autoridades chinas de aduanas, pesca, mercados y guardacostas.
Se mostró la tecnología que puede utilizarse para identificar a la totoaba y se publicó una guía de identificación visual rápida que se puede guardar en los teléfonos móviles. Representantes del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos y de las autoridades ambientales mexicanas también compartieron sus experiencias de conservación de la totoaba.
En julio de 2017, se realizó un segundo taller en San Felipe, México, cerca de los hábitats de la totoaba y la vaquita. Ambas iniciativas de capacitación fueron clave para que las autoridades aduaneras chinas pudieran desbaratar su primera operación de contrabando de totoaba al año siguiente.
¿Qué sigue?
Con una mejor vigilancia, existe el riesgo de que el contrabando de buches de totoaba se esté moviendo más hacia la clandestinidad, según Bonnie Tang una activista de Greenpeace Hong Kong.
En Hong Kong, solo un caso de contrabando de buches de totoaba ha resultado en cargos desde 2015. Las actas tomadas de una reunión de 2017 del Comité Asesor de Especies Amenazadas del Departamento de Agricultura, Pesca y Conservación de Hong Kong muestran que no se encontró ninguna vejiga natatoria de totoaba en la región desde su primer descubrimiento en 2015 hasta finales de 2016.
Pero el comercio no se ha detenido. Gary Stokes, antiguo director de Sea Shepherd Asia, cuenta que dos cineastas alemanes que esperaban documentar el comercio ilegal de totoaba habían visitado, por recomendación suya, Macao. En cuatro horas encontraron a alguien dispuesto a venderles buche de totoaba de primera calidad. Les mostraron fotos de la mercancía, que supuestamente estaba en Hong Kong, y les dijeron que no habría ningún problema para que se la enviaran.
A pesar de ello, Bonnie Tang cree que el aumento de la aplicación de la ley por parte de las autoridades aduaneras chinas está enviando una señal crucial tanto a los comerciantes como a los consumidores. La mayor cobertura mediática también está ayudando a la gente a entender el impacto del consumo de vejiga natatoria de totoaba. Esta concienciación pública es crucial, ya que la comunicación en línea y la facilidad para viajar siguen impulsando su popularidad como alimento «nutritivo».
Esto sin duda ayudará a otra especie de pez actualmente amenazada por el hambre de China por la vejiga natatoria, la perca del Nilo. Pero para la vaquita marina de México, tan cerca del precipicio de la extinción, hay que hacer mucho más.
«No podemos salvar a la vaquita marina sólo abordando el contrabando de buches de pescado», dijo Zeng Yan, señalando que la protección del hábitat también es crucial. «Sólo ellos pueden garantizar que una especie sea capaz de sobrevivir en su hábitat natural», añadió.