Los orígenes de la lengua árabe

publicado el: Sep 25, 2019

Por: Haneen Abu Al Neel/Arab America Contributing Writer

El fenómeno de las lenguas y su turbia historia sigue encantando al mundo. Los lingüistas de todo el mundo trabajan incansablemente para desmitificar los orígenes de las lenguas, su desarrollo a lo largo del tiempo y las diferentes estructuras en las que se basan. Las lenguas construyen mucho más que palabras, construyen una visión del mundo. Por ejemplo, lenguas que comparten raíces pueden comunicar ideas verbalmente de forma diferente, incluso en idiomas distintos. La misma estructura influye profundamente en las normas sociales, los manierismos y otros elementos del tejido social.

Mientras los científicos y los historiadores siguen colaborando para desentrañar los antiguos conocimientos sobre la formación de las lenguas, comenzaremos nuestro viaje explorando los árboles lingüísticos y su desarrollo. Los lingüistas estiman que el número de lenguas que se hablan en el mundo oscila entre las 3.000 y las 8.000, aunque nunca existen en categorías claramente separadas. En su lugar, las lenguas han surgido y avanzado en diferentes dialectos y, finalmente, en diferentes idiomas a medida que las poblaciones se desplazaban, viajaban y se casaban entre sí.

Otro factor importante es el comercio. Los centros de comercio, como los puertos, las carreteras más transitadas y los mercados de las ciudades, fueron la cuna de muchos de los primeros intentos de comunicación. Los árabes eran conocidos por ser comerciantes orgullosamente hábiles. Por ello, no es de extrañar que haya centros comerciales en Oriente Medio. Las palabras de artículos comúnmente comercializados como «azúcar», por ejemplo, pueden encontrarse en idiomas como el español, el inglés, el árabe, el swahili, el maltés, el italiano y muchos más.

Esta influencia puede estar directamente relacionada con el comercio, ya que la Ruta de la Seda pasaba por la península arábiga, y luego los puertos exportaban a muchas de estas naciones. Otras justificaciones pueden encontrarse en las conquistas históricas y culturales, como la expansión del imperio islámico en el Mediodía o la historia colonial de Gran Bretaña en las naciones de Oriente Medio y África. Tal vez, por eso se dice que las culturas meditereas comparten algunas similitudes sorprendentes. No obstante, se pueden encontrar rastros de civilizaciones pasadas en cada una de ellas si se siguen las antiguas rutas comerciales, o incluso a la inversa.

El creciente número de lenguas actuales puede parecer divisorio. Sin embargo, no se puede olvidar que muchas de nuestras lenguas modernas derivan de familias lingüísticas similares. Todas las familias lingüísticas se desarrollan a partir de un ancestro histórico común, conocido en lingüística como protolengua, que a menudo no se conoce directamente. Es improbable que encontremos la única raíz original de todas las lenguas que hoy conoce la humanidad. Aun así, muchos de los rasgos de las antiguas familias lingüísticas pueden identificarse a través de sus manifestaciones modernas en la nueva semántica. Por ejemplo, sabemos que el sánscrito es la protolengua de varias lenguas subcontinentales indias como el bengalí, el hindi y el urdu. Sin embargo, sólo sabemos que el sánscrito se remonta a la ascendencia de las lenguas protoindoeuropeas. Hoy sabemos que existen aproximadamente 147 familias lingüísticas en el mundo, pero es posible que haya más.

La familia lingüística a la que pertenece el árabe se conoce como afroasiática, más concretamente, semítica. Es importante señalar que los habitantes del mundo árabe hablan árabe, mientras que otros grupos étnicos hablan lenguas diferentes como el bereber en Marruecos. El árabe, al igual que otras lenguas no germánicas, es único ya que lleva 28 letras, algunas de las cuales no existen en ninguna otra lengua. Una de estas letras no recurrentes es la letra «daad» o «ض», muy utilizada en el habla árabe y un emblema de orgullo para la lengua debido a su singularidad en el árabe. También resulta ser una pesadilla fonética para la lengua de los novatos.

El 18 de diciembre de 1973, el Consejo de Seguridad de la ONU anunció al mundo que el árabe sería considerado lengua oficial de la ONU. Desde entonces, los arabófonos celebramos ese día como el día internacional de la lengua árabe. El 18 de diciembre de cada año, los árabes se encargan de dar a conocer el vasto vocabulario de la lengua sobre el amor y otras relaciones interpersonales. El árabe se celebra sobre todo por la facilidad con la que se puede convertir en poesía o en discursos de mando, debido a su naturaleza descriptiva y a su delicada sintaxis. Es alucinante pensar que la naturaleza hipnótica del árabe es anterior a su punteado y a la adición de los Harakat o acentos vocálicos, para unificar la pronunciación, a principios y mediados del año 650 de nuestra era. Uno sólo puede imaginar cuánto más intrigante debió ser la comunicación árabe antes de ese momento.

Las lenguas son sistemas de comunicación siempre crecientes e intrigantes. Aunque las diferentes lenguas dejen de aumentar, los dialectos y acentos siguen evolucionando a través del comercio, los matrimonios mixtos y los cambios en el tejido social. Con tantas lenguas, hay que preguntarse si las poblaciones históricas son una prueba del inevitable deseo de la humanidad de conectarse y expandirse. Algunos incluso dirían que nos conectamos por la necesidad de comerciar y mantener los alimentos y la moneda. Una maravilla más de la naturaleza humana y de la lingüística.

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