Deje reposar el aceite y el ajo en un bol pequeño durante 30 minutos. Precalentar el horno a 450 grados F. Colar el jugo de las almejas a través de una gasa o un colador muy fino en una bandeja de horno grande con borde (como una media bandeja).

Añadir el vino blanco, el zumo de limón, 2 cucharadas de perejil, la mantequilla y la mitad del peperoncino.

En un bol grande, mezclar el pan rallado, el queso rallado, las cebolletas, 3 cucharadas de aceite con ajo, las 2 cucharadas restantes de perejil picado, el orégano y el peperoncino restante. Sazone ligeramente con sal. Mezcle hasta que esté bien mezclado.

Cubra cada almeja con un poco de la cobertura de pan rallado apretándola bien. Coloque las almejas en el molde preparado y rocíe el resto del aceite infundido sobre ellas, dejando el ajo.

Hornee hasta que los jugos de la sartén estén burbujeando y el pan rallado esté dorado, de 12 a 15 minutos. Pasar las almejas a una fuente caliente o repartirlas en platos de servir. Vierta la salsa de la fuente de horno en los platos, no sobre las almejas, para mantener el pan rallado crujiente. Servir inmediatamente.

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